Los hijos
Conocí hace tiempo una madre cuyo hijo estaba en primaria. Cuando traía los deberes a casa, ella se los hacía y él solamente los copiaba. Las notas que traía a casa la enorgullecía, hasta que vino fin de año y con ellos los exámenes y ese niño fracasó en todo, ya que no había hecho el esfuerzo durante el año de entender y trabajar él mismo lo que la maestra había enseñado. De ahí en adelante, la madre no le hizo más ningún trabajo escolar. ¡Que lástima que no lo pensó antes!
Otro caso que conocí; ella divorciada con dos hijos. El varón tenía 4 años, la niña 9. La madre trabajaba todo el día tratando de mantener a su familia. Ambos niños tenían que hacerse su propia cama, limpiar su cuarto, lavar su ropa interior. Me contaba la madre que al niño tanto le gustaba lavar su ropa que muchas veces lavaba también la de su hermana. ¿Que niños creen van a crecer más responsables, maduros y trabajadores?
Los padres, especialmente las madres, son las esclavas de sus hijos. Ellos ya tienen pelos en el pecho y ellas los siguen tratando como niños chicos. Le hacen la cama, cocinan, lavan su ropa, planchan, les cosen botones; lo máximo que les exigen es sacar la basura, y si el vástago pone una cara larga, también lo hace ella. No se dan cuenta, o no quieren darse cuenta que no dejan crecer a su hijo, que le cortan las alas. Ya que ella y su esposo tuvieron que luchar para conseguir lo que tienen, desean facilitarles todo a sus hijos. Justamente esa lucha los fortaleció, los maduró, los hizo aptos para la vida. También puede ser que en la actitud de la madre hacia sus hijos, haya un egoísmo que ni ellas se dan cuenta. Desean que cuando los hijos formen en un futuro su propio hogar admitan, que tan bien como en la casa con mamá no lo tienen.
Unos vecinos míos pensaron de ese modo, y la única hija que tuvieron dejó el liceo, comenzó a trabajar pero también lo dejó, quedó embarazada, se fue con el padre de la criatura, y en un momento de confidencia, la madre de ella, me comentó que cometieron un error al facilitarle todo.
¿En realidad, porque se desea tener hijos? Para perpetuar el apellido (como si ese fuese tan importante), para tener algo del ser amado, (un apéndice) para tener algo que les pertenece (MI hijo). Es decir, en todos los tres casos por un acto de egoísmo. Y peor aún cuando ellos vienen sin ser queridos, porque que fueron creados por seres irresponsables que en el momento del acto sólo pensaban en el placer.
Debiera haber una ley en la que cada persona al cumplir los 18 años deje la casa paterna. Ya que difícilmente se tiene dinero a esa edad, para alquilarse algo individualmente, se juntarían algunos muchachos o muchachas y alquilarían un lugar para vivir. Así aprenderían lo que es la convivencia con otros, no con la propia familia que perdona mucho. Aprenderían a compartir, la tolerancia, el no discriminar, la ayuda mutua, el compañerismo. A organizar su día con el estudio o trabajo o ambos, a no gastar más de lo que deben, si quieren comer, a cuidar ellos mismos su ropa, ya que no hay nadie que lo haría por ellos, en una palabra se harían responsables de su propia vida. Habría menos individuos buscando ayuda con psicoterapeutas, o en las drogas, alcohol u otras sustancias nocivas, ya que estarían demasiados ocupados para formarse. Y si en el futuro un fuerte viento los haga tambalearse, no caerían tan fácilmente, porque aprendieron a defenderse solos, a no depender de otros, a luchar para sobrevivir. Pero lamentablemente es utópico ese pensamiento. Los hijos siguen en casa hasta que se casan o forman una pareja, vuelven a ella cuando se divorcian o separan. Pero ya no vuelven solos, (las hijas) sino con una cantidad de hijos propios que la madre no puede cuidar ya que trabaja, y eso recae sobre la abuela que no tiene vida propia, porque con la edad tiene que seguir cuidando esta vez a los hijos de sus hijos.
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