Y, me encantó.
Qué gente más amable,
atenta,
"tratable".
Buen lugar para crecer,
alimentarse de cultura,
de intelectualidad, de solidaridad,
de hermandad, belleza.
Son divinos.
Nos trataron re-bien,
mi sobrina: Gabiota la bailarina,
ValeA la dramaturga y Cristóbal el escenógrafo,
Ale la sicóloga mexicana, ValeV la bailarina,
sus amigos chilenos, (ahora nuestros),
residentes enamorados de la ciudad,
jóvenes cariñosos, artistas puros,
transparentes, acogedores, instalados en un barrio tranquilo.
Fuimos a ver a la Fenández Fierro en vivo,
con todo su "power" con 4 violines, 4 badoneones, etc.
en fin, grandes músicos emergentes.
Es el comienzo del resto de mi historia,
y de la historia de mi hija está por venir.
Agradecida...
sorprendida,
feliz.
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