Un niño, se asomó en una ventana, como siempre, la vida tiránica, los muestra con lágrimas en los ojos, la maldita quiere hacernos llorar, pero la costumbre de la estupidez, que nos irrita, lleva a pensar si el niño, es solo una piedra llorando, a veces, somos tan poco, como los niños llorando, a veces sólo somos piedras pintadas.
Piedras le calleron en la cara al maldito niño, le puse una piedra en la cara-¡Oh gloria inmarcesible!- llora, claro que no llora, no hay muerto que llore, que se trague su vida su propia identidad
"Eso lo declaro Frentzelt, el dice que nadie, debe negarse el placer de llegar a ascecinar niños de los sueño, el problema es que él estaba medio borracho cuando vió al hijo de Mariet en la ventana, no era el sueño que lo hacia tomar el vodcka, no era una piedra de un sueño, era una piedra pintada, Mariet, dice que la cosatará trabajo limpiar la cama en que trataron de salvar al niño, Frentzelt por su parte opina, que su piedra núnca dejará de estar roja, el loco ya no suelta la piedra, ni ha vuelto a soñar con el niño"
Fin. |