Yo la ame y era de otro, que también la queria, perdonala señor por que la culpa fue mía.
Después de haber besado sus cabellos de trigo, nada importa la culpa pues no me importa el castigo.
Fue un pecado quererla señor y sin embargo mis labios están dulces por ese amor amargo.
Ella fue como un agua callada que corría....
Si es culpa tener sed toda la culpa es mía.
Perdonala señor, tú, que le diste a ella su frescura de lluvia y su esplendor de estrella.
Su alma era transparente como un vaso vacío,yo lo llene de amor todo es pecado mío.
Pero¿Cómo no amarla, si tú hiciste que fuera turbadora y fragante como la primavera?
¿Como no haberla amado si era como rocio sobre la yerba seca y ávida de estío?.
Trate de rechazarla, señor, inúltimente como un surco que intenta rechazar la simiente.
Era de otro, era de otro, que no la merecía y por eso en sus brazos seguía siendo mía.
Era de otro señor, pero hay cosas sin dueño, las rosas, los ríos, el amor y el ensueño.
Y ella me dio su amor como se da una rosa, dando tan poca cosa....
una embriaguez extrañas nos venció poco a poco: ella no fue culpable señor... ni yo tampoco.
La culpa es toda tuya, por que la hiciste bella, y me diste los ojos para mirarla a ella.
Toda la culpa es tuya, pues me hiciste cobarde para matar un sueño, por que llegaba tarde.
Si nuestra culpa es tuya, si es una culpa amar, si es culpable un río cuando corre hacia el mar.
Es tan bella señor, y es tan suave y tan clara que sería pecado mayor sino la amara.
Y, por eso, perdóname señor, por que es tan bella que tú la hiciste el agua y la flor y la estrella.
Tú que oyes el lamento de este dolor sin nombre, tú también la amarías, si pudieras ser hombre.
Jose angel buesa.
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