Ya sus manos no escriben,
su corazón ya no palpita de emoción,
sus ojos ya no quieren ver lo que hay afuera
y su corazón se congela entre risas y llantos.

Ya sus manos no escriben,
se terminó la tinta de su pluma,
se quemó el papel donde escribía,
y sus dedos ni se apuran por tomar un pincel.

Ya sus manos no escriben,
hoy su corazón extingue un sentimiento
y lo coloca a las afueras de su pecho
y sus labios no responden al llamado de su voz.

Ya sus manos no escriben,
en la noche donde todo cae
hacia el oscuro pozo donde s guardan
los elementos que resbalan entre muros de tristeza.

Ya sus manos no escriben ,
ni en libros ni en nada,
sus ganas se han marchado y sus letras ya no hablan,
sus palabras se han cansado de no ser escuchadas,
a nadie le interesa y a los que les interesa
no pueden hacer nada.