Vaya dios a saber que manto sagrado te recubre, que entre las miserias de tus actos te alzas gloriosa y con olor a fresias. Si después de las obscenidades que contemplaron tus ojos acusas a otros de ser impuros.
Aun sabiendo que la eternidad no te merece, que la misma Maria Magdalena se sonroja al ver tu dignidad manchada, aun asi procedes sin culpa y sin temor alguno. Acaso no lo sabes, Moisés se retuerce en su tumba por ser cierto aquello por lo que se te reconoce
No intentes subsanarte ahora bajo absurdas oraciones paganas. Hace tiempo fue roto el pacto sagrado sellado aquel dia bajo el nombre de tu padre. Que es lo que pretendes obtener a cambio, que sinónimo desconocido le encuentras a la palabra amor. De que forma incestuosa encuentras alivio a tus dolores mas profundos.
Crédula!, arrogante!, no son estigmas santos, son una forma retorcida de encontrar alivio a tanta puerilidad, a tanta disconformidad con tu nombre mismo. Las marcas en tu piel reflejan la abundancia de temores y desconfianza al amor mismo.
Mientras las llamas del infierno te consumen cada dia, sigues sin sentir absolutamente nada, tu mirada se pierde en lo absurdo y pasajero del andar cotidiano. Te escondes bajo la liberalidad y el feminismo de una generación, generación que hoy lamenta los males de los que se ve afectado el mundo.
Piedad! - Gritas en el fondo-, piedad por mis pecados!. Te sueltas el pelo y te desvistes al alba, piedad! por no ser santa! Mientras gimes y exhortas tus demonios con un desconocido. Piedad! El examen de conciencia duro mas de 20 años, desembolsas tus pecados en el confesionario. He pecado padre mio! No importa nada hija, 20 padrenuestros 10 avemarías.Todo fue olvidado incluso lo que alguna vez creiste. "Piedad! hoy no me reproches, Piedad! solo es un intento de olvido. Piedad! acaso no me entiedes, te lo ruego por favor... solo eso pido."
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