Hoy quiero contarte, amigo mío,
que volví a la casa.
Aquella casa, que fue mi hogar.
Aquel lugar donde fui felíz;
donde quedaron los recuerdos de mi niñez,
mis muñecas, mi calesita,
mis libros de cuentos
y mi tortuga Manuelita.
Corrí hasta el patio
a buscar el muñeco de nieve
que hicimos juntos,
con la naríz de zanahoria,
y tu bufanda en su cuello.
Amigo mío, no lo pude ver.
Me dijeron que hace mucho tiempo
Carlitos se derritió,
y que luego el agua se secó.
Amigo mío, nada de lo que fue quedó!
¿Cómo les digo a ellos
que esa es mi casa?
¿Cómo les digo que esa es mi calle?
Eso que hoy parece una tumba,
fue mi habitación, mi cama.
¿Cómo les explico que ahí viven
los recuerdos de mi niñez?
Amigo mío, ¿Cómo les cuento
lo que pasó?
Que un día llegó un mago
y todo en un instante cambió.
Con un toque de su varita,
todo, todo, transformó.
Amigo mío, si ves al mago
dile, por favor,
que me devuelva
todo lo que me quitó.
Cuéntale la dimensión
del daño que me causó,
también dile que con su truco
mi vida se derrumbó.
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