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El vehículo se deslizó con sumo cuidado sobre el asfalto hasta situarse en el lugar más apartado del aparcamiento. Se apagaron las luces y su ocupante bajó. El cierre de la puerta originó un sonido metálico y sordo que no dio paso a otro más. Único e irrepetible, lo guardé en la memoria para volver a escucharlo más tarde.
Las luces de la alarma se encendieron y el pitido de ésta dio paso al sonido de la gravilla apretándose bajo unos zapatos que pese a la oscuridad se antojaban expertos en el acomodo de sus pies.
Ahora era una sombra que se deslizaba fundida en la negrura.
En el otro extremo, amparada en la oscuridad, solo se podía distinguir la luz del cigarro que delataba otra presencia. La señal fue momentánea pues al ser consciente de que alguien se acercaba, salió disparada; cruzando el aire, para apagarse de improviso en un charco. El sonido aunque lejano, trajo hasta mi nariz el olor del ahogo.
De nuevo el silencio que esta vez se ve roto por dos latidos desacompasados…
No sé decir quién se movió primero. Sólo que cada uno fue consciente de la presencia del otro en una especie de intuición. El sexto sentido, inexplicable, pero presente en el aire que mezclaba el humo del cigarro apagado y la esencia de un perfume. Ambos, ajenos a los sentidos. Ambos extraños.
Un silbido corto; una señal pactada y tras un murmullo, el roce de una mano deslizándose lentamente sobre una tela.
-Lino- pensé y seguí escuchando. De nuevo una cerilla que se enciende…
Momentáneamente, es capaz de dibujar dos rostros que se miran antes de encender otro cigarro y apagarse.
Mi pensamiento, embauca a mis sentidos para seguir en el anonimato que da la negrura.
Quiero seguir así hasta que salga el primer rayo sol y mi existencia se vea descubierta.
Cierro los ojos. Llevo huyendo demasiado tiempo y este puede ser mi final.
Un siseo cruza el aire. Unas luces se encienden y alguien grita:
¡CORTEN, FIN DE LA ESCENA, DESCANSO DE DIEZ MINUTOS!
Un chiquillo cruza corriendo la calle… Lleva bajo el brazo la tablilla del director.
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Texto agregado el 02-10-2007, y leído por 369
visitantes. (15 votos)
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Lectores Opinan |
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17-08-2011 |
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Tensión, tensión, tensión, tensión... Y lo rompe lo más inesperado! Y con todo lo real que parecía, resultó que la ficción superó toda realidad :) ikalinen |
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02-05-2008 |
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A ver... O la vida es una película, o las películas son la vida real y todo lo demás no existe, o cada quien rueda la suya propia obedeciendo fielmente guión y director, o vive una vida de película, o actúa en una película su vida... en cualquier caso ambas tienen algo en común: Terminan. Y siempre hay un pelotudo que te lo hace notar en lo mejor de la fiesta.
Me gustó este escrito, ché. torovoc |
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22-11-2007 |
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Excelente... Realmente respeta la trama de las historias, es mágica y contundente, muy buen juego de palabras... No imagine que se tratarade una escena, de repente me pregunté será esa la percepción del Vidente? fueron muchas cosas. Hericuento |
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07-11-2007 |
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Ah! Esos encuentros... Válgame! Mi linda, como siempre es un placer leerte. Concuerdo con el comentario de crazymmouse "Es un texto que tiene varias lecturas, la simple y la que se puede apreciar entre líneas" (Me maravilló el "interlineado") ;) mon_reloaded |
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06-11-2007 |
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Es un texto que tiene varias lecturas, la simple y la que se puede apreciar entre lineas, al menos así me lo parece, porque el final del niño con la tablilla de director deja abierta una puerta a la imaginación, o más bien diría a la "intención" del texto.+++++ crazymouse |
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