A los que en alguna oportunidad les importé:

Siento que estoy muriendo por dentro por culpa de personas que no son ajenas a mí; no soy feliz.

No sé con quien contar, porque cuando se trata de problemas la mayoría de las personas te dan la espalda. El único que me importa soy yo, y créanme que lamento decirlo, porque estoy tomando por una vía que no conduce a ningún sitio, una vía que conduce a la nada.

Los patriarcas no saben nada..., yo tampoco.

¿De qué sirve el amor interno si nadie te ama? No sé porqué aún sigo conmigo, si lo que quiero es volar sin un destino preestablecido.

Detesto el mundo que se ha formado o que ¿yo he formado?. No puedo darme respuestas; no soy ningún Dios, ¿o todos somos dioses?, ¿o no hay Dios que exista?.

Si Dios no existe y nosotros somos dioses, entonces nosotros tampoco existimos.

Y a pesar de todo, la inocencia existe, la humildad, la perseverancia, los amigos y el amor; todo estoexiste. Pero ¿qué diablos es existir?, si los que supuestamente existimos no sabemos ni cómo existir ni cómo vivir.

La lógica ya no es buena compañera, la esperanza ha dejado de ser mi amiga, me he dejado de amar y me han dejado de querer. Hoy ya no tengo ninguna maldita razón para seguir.

Siempre dije que nunca estaría agotado, porque sabría que no tendría más nada que hacer; por el contrario, en todos los momentos apoyaba el decir estoy cansado, porque eso no implicaba mi viaje al fin. Pero todo puede cambiar.

El cansancio también me abandonó y el agotamiento se convirtió en mi único acompañante.