¿Cuál es la verdad que se tapa con un muro, cual niño jugando a las escondidas? ¿Cuál es la verdad de una ilusión?

La imagen del tiempo que se proyecta en nuestra mente sólo es capaz de bofetear al recuerdo; ese sentimiento encontrado que conforma un andamio que no resiste él mismo. Moral inmoral que no se mantiene activa durante mucho tiempo a causa del abandono promiscuo de un sentir huérfano.

Es verdadero el abuso de poderes que tiene tu memoria; es real lo absurdo, es tangible lo poco. Y si una ilusión se compone de esto, entonces por qué es llamada de esa manera. Es una contradicción sin nacimientos, una ráfaga de viento que no acaricia ningún corazón.

Hace poco descubría un mundo nuevo, que a pesar de lo antiguo, tenía un aroma benefactor para los viejos como nosotros. No era falso, no poseía maldad. Era, solamente.

¿Y qué pasa si al cruzar la línea, se teme? ¿Qué miedo ha sido más fuerte que un deseo? ¿Qué esperanza ha sido desbandada? Pareciera que el silencio es la mejor alternativa y el azar la mejor opción. ¿Y si me niego? ¿Y si digo no rotundamente al mutismo y me pronuncio ante ti, ante él, ante todos? ¿Qué pasaría de pasar eso?

A veces no basta con un querer… Casi siempre son necesarios dos; con o sin temores pero dos contra el mundo, dos contra la mudez, dos contra la elipsis de la realidad; la verdad de esa ilusión que yo por mi lado he decidido vivir haciendo a un lado las consecuencias.