Contemplaba su árbol sin saber cuán cerca
de allí dos tribus iniciaban la guerra.
Contemplaba el indio su árbol y, del monte,
alguien le arrojó una lanza
que le atravesó la espalda
y se incrustó en la dura corteza. Entonces,
resignado ya a su suerte,
se abrazó a su árbol; se abrazó bien fuerte.
6 de octubre de 2007
Texto agregado el 01-10-2007, y leído por 249
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Lectores Opinan
19-01-2008
Es tan hermoso que hiere. Uy!!! Estoy impactada. Sofiama