”Al amor hogareño de la lumbre,
mientras danzan las notas en el fuego
atempero mi vértigo andariego
y me subo con ellas a la cumbre...”
Margarita Zamudio( Soneto)
¿Qué es la poesía que todos la cantan, la escriben y hasta la sueñan? Pudiera ser la metáfora del alma, esa filosofía del corazón, movida por el latir de la vida. Y es, y será siempre, para el que la contempla, ese preciso momento en el que la luz llega, esa belleza que se abre como flor, dejando a la contemplación abismarse a la revelación, superando el polvo y la ceniza, para beber del cáliz del delirio, despertando a las palabras como un himno que, generoso, de la copa se derrama.
Y la palabra se despierta del corazón del poeta:
SOY
Soy como el arriero, un buen caminero
que arreglo mis cargas en el camino;
todas mis penas y tribulaciones
las organizo como si fueran ilusiones
para evitar que alguna piedra varíe mí destino.
Soy un simple pastor, diestro cuidador
de mis pequeñas y grandes turbaciones,
Un borreguero animoso... capaz de dar la vida
por una humilde oveja perdida.
Un ser humano que sabe de frustraciones.
Soy el águila inmortal de los vuelos fecundos...
A las cenizas las convierto en albricias
Siempre amanezco en la montaña
Para vestirme con el sol de la mañana
Y ser el primero en conocer sus delicias.
Yo soy ese viento agitado y sediento...
De huracán puedo convertirme en brisa;
Soy un ancho lago de azuladas honduras
Donde descansan hasta las terribles espesuras
de las almas que se revuelcan en la prisa.
Soy el Adán escapado de Las Escrituras
Puedo perder un Paraíso por una sonrisa
Un Hércules moderno, que con la cabeza
Resisto el peso del mundo por una promesa
Un codicioso del amor... lo entrego todo por una caricia.
Soy, en fin, la grada más alta de la fantasía
Frontal enemigo del silencio, el olvido y la soledad
Amigo del sol, del mar y del viento
Con ellos supero cualquier desaliento
Y por ellos soy el amante fiel de una estrella de verdad.
(Julio Gilberto Muñiz Caparó)
Así nos definía el Poeta peruano, (Sapo) ,el vivir del hombre, tan dueño de su vida como de sus sueños. Poeta de pulso sincero y verso claro. Al que todos los poetas de esta página echamos mucho de menos, y lamentamos enormemente que por razones oscuras, lejanas a los objetivos que impulsaron la creación de esta página: el valor de la palabra, el pensamiento, la poesía, la literatura, se haya visto obligado el Poeta a abandonar su espacio en la página. Y en la esperanza de que vuelva de nuevo, y derrame la expresión de su espíritu en versos y poemas. En la espera de que de nuevo brille la Literatura por encima de las amistades circunstanciales y a veces engañosas, sigamos ensalzando la pluma del poeta, y qué mejor en este 14 de febrero, día de los enamorados, que el homenaje que el poeta, Albertoccarles, le hace a las manos, a sus manos:
ODA A LAS MANOS
Sólo mis manos y mi boca son confiables.
Aquellas, cuando están abiertas,
Ésta, cuando está cerrada.
Y de aquellas quiero hablarte ahora,
De aquellas, que siempre han hablado por mí.
Manos que germinaron en la quietud del útero de mi madre,
Y que nacieron para tocar, para besar,
Para cerrarse con presión necesaria,
Y que alguna vez golpearon, pero que odian hacerlo.
Que gustan acompañarme con exquisitos movimientos
Hasta darme lo que quiero y lo que más deseo.
Manos que se unen entre sí, se cuidan y se guardan,
Manos que saben de letras y de música.
Manos que saben estrechar otra mano tendida
Y reconocer al amigo del enemigo.
Manos que saber cerrarse y blanquear los nudillos con fuerza
Pero que quieren permanecer abiertas,
Que día a día y hora a hora buscan la manera de completar el deseo
En la acción.
Manos que se helaron, extraviadas
En el silencio infantil de algún templo,
Manos que saben entibiarse al calor de las llamas
De un fuego que aprendieron a encender
Con la misma parsimonia y rapto con que se enciende
La piel cercana y solícita de la dama.
Manos que cuando se unen completan el círculo
Que protege y ayuda a convivir con uno mismo.
¡Qué haría sin ellas!
Manos que saben de gestos, de abrigos, de piel,
Manos que se buscan y se miran entre sí,
Y de tanto hacerlo, buscan otras manos.
¡Buscan las tuyas!
Manos que saben de deseos, y procuran saciarlos.
Manos que aprendieron a calmar el sufrimiento,
y ansían hacerlo cuando tocan el dolor ajeno.
Manos que escriben lo que ahora voy escribiendo
Y que escribieron antes lo que ya he escrito.
Manos que toman, que dejan, que estrujan, que alisan,
Manos que se prenden febrilmente cuando me encuentro
Suspendido en el abismo.
Y no sueltan.
Manos que han aprendido a conducir, y a veces
A ser conducidas.
Manos con diez maravillosos apéndices.
¡Qué sería de ellas sin ellos!
Manos que saben sostener un arma, pero odian el gatillo
Que saben de su poder, y han aprendido a no usarlo.
Manos que hubieran deseado aprender a deslizarse
Por el teclado del piano, y que solas tamborilean
Con la música de Brahms, de Schubert o Chopin,
Manos que dicen lo que sienten y lo expresan con gestos
Más elocuentes que las palabras
Manos que a veces, ansiosas, se abren y se cierran,
Y se estrujan entre sí, frías, sudorosas.
Manos que tiemblan de rabia pero que se aquietan en el placer
Manos que conservan los oficios que aprendieron con el tiempo.
Manos que al morir,
Entregaría a quien sea, como parte de pago,
¡Algo debo por ellas!
para que nuevamente ayuden y acompañen
Como lo hicieron conmigo durante tantos años.
Manos que saben tanto de mí
Como quieren saber de ti.
Manos que nunca olvidarás cuando las veas
Cuando te vean.
Manos que sabrán halagarte, guardarte, y extasiarte
En los placeres sublimes de la piel,
De la interior y de la que cubre,
Manos que sabrán encontrarte,
Serán ellas, entonces, las que no te dejen partir.
Manos, siempre ellas, allí están,
donde las quiero,
donde las quieres.
Ellas vigilarán el reposo de tus sueños,
ellas dirán por mí lo que quiero decirte.
Mis manos lo saben, sólo ellas lo saben.
Confía en ellas. Sólo ellas son confiables.
Cuando se aquieten entre las tuyas, sabrás de mí.
Porque ellas son tus manos.
¡Mis manos, tus manos!
Poema de un enorme calibre sentimental y poético, que nos invita a entrar en estas meditaciones, también poéticas, que desde Cancún, México nos regaló un día el compañero Borarje:
Primera meditación
Postrada sobre tibia sábana de arena blanca aguardas al amor. Cálidos manoseos de Febo se esparcen por tu piel y estimulan grata excitación que apenas apacigua la fresca brisa del mar. Allí estás en lujuriante espera. Y yo, deseándote como te deseo, tan lejano a ti, tan ajeno a tus pensamientos... ¡maldigo mi destino porque nuestros caminos son paralelos.
Segunda meditación
Como Acteón se embelesó con el baño de la bella Artemisa, diosa de la caza y de la luna, me regodeo al mirarte bañada por el mar, dominio del poderoso Poseidón; y si, al igual que el joven cazador, debo con la muerte pagar mi osadía, bienvenido sea mi destino, porque ahora llevo mi ser impregnado de tu voluptuosidad.
Tercera meditación
Una noche soñé contigo; lucías espléndida bajo un sol radiante, la blanca espuma de cristalino mar jugueteaba entre los recovecos de tu cuerpo intemperante; mientras, la desazón me consumía al mirar la suave arena que acariciaba el nacar de tu piel. Hoy, mis sentidos se confunden... ¿Estaré despierto? o ¿será que sigo soñando con la diosa del amor?
Y muda y sin palabras me quedé al leer el homenaje que el Poeta, Ergozosft, le dedicó a la Poesía:
No la busques en aquellos desalmados
que no sienten el amor como una fuente
creadora de universos diferentes,
para ellos no tendrá significado.
No pretendas explicar racionalmente
esa magia que desprende su destello.
Su encanto es un secreto, pues lo bello
no se explica con recursos de la mente.
Ella habita el corazón de los artistas
de algunos locos que tienen sentimientos
y los muestran, caminando a paso lento
con la gracia del mejor equilibrista.
Si la encuentras, vivirás con alegría,
sentirás una emoción inolvidable,
gritará ese corazón cuando te hable
de mi amante caprichosa: la poesía.
¡Pero que encantadora manera, tiene usted de escribir poesía, Poeta Ergozsoft! Con categoría, dejando volar la pluma por el crepúsculo del día, o salpicando de versos la madrugada ¡Y cuánta ternura derrochada, como si aspirara el corazón cada palabra!
Y si obligada tuviera que definir la pluma de otra Poeta de la página: FaTaMoRgAnA, tendría que utilizar estos versos de Carilda Oliver, que dicen:
" le doy el turno a la ola/ porque quiero, porque sí: pues es cierto que perdí/ pero el ala vuela sola".
Y tu pluma vuela lejos, muy alto, y no juega, no sabe, sólo sabe escribir...
NO JUEGUES A SER GORRIÓN
El nido como el eco se vistió de distancias
y los besos cortados bajo la lluvia
se anudaron en este cuerpo
que reclama las ganas de matar para no verte.
La semilla es la voz que dejo
cada día en medio de todos los fantasmas.
Cuando viajo hasta las aguas
me baña la voz del viento,
cuando un charango se alza en primavera...
las hojas gritan que existes
y me niego a quererte.
Te odio cuando sufres,
muérete, revienta en versos
desangra tu maldita voz
ahógate con las uvas de mi mejor tiempo...
No me cantes que yo estoy lejos...
Los fantasmas y los ecos
son las semillas en hojarascas.
Nunca serás mi gorrión,
para eso se necesitan alas.
El árbol de la infancia
junto al ciruelo me guiña
porque saben que adoro el campanario
que un día deshojó las amarras.
Los fantasmas destejen el tiempo
y mi madre me mira
desde algún recodo en este maldito tiempo...
No me cantes, no juegues a ser gorrión,
que puedo ser tu fantasma...
Pero la poesía es un arcano, y el poeta el conocedor de todos sus misterios. El poeta es un profeta que sabe leer el corazón y sabe del Amor y sus batallas. Y nuestra cuentera y compañera, India, nos asegura que nadie puede engañar al Amor y al Poeta, Y que una sola mirada, de Amor llena, perdurará toda la vida. Y así lo deja, grabado a fuego, en su poema...
Perduraré
Cuando la esencia de tus tibias lágrimas
caiga sobre mi cuerpo,
y no despierte, es que ya la noche de la nada,
ha venido por mí.
Cuando mis ojos ya no vean tus ojos,
e inertes los contemples,
tus húmedas pupilas
por los dos mirarán.
Cuando mis manos quietas permanezcan
y no busquen las tuyas,
tus manos por las mías
luchando seguirán.
Cuando mi mente ya no de más formas
a nuevos pensamientos,
tu mente dará aún siempre
mi inspiración a luz.
Cuando mis labios tu nombre adorado
pronunciar ya no puedan,
hablarás por mí a solas
de nuestro íntimo amor.
Cuando en mi pecho el corazón detenga
sus cansados latidos,
tu corazón amado
latirá por los dos.
Cuando mi cuerpo inerte, yerto, pálido,
baje a la tierra húmeda,
no habré muerto del todo:¡estaré aún en la vida,
reencarnada en tu ser!
El escozor humano del poeta es lo que nos salva ¡Nada más y nada menos ¡ Para que no se nos muera el verso en el equívoco de un público profano.
Y por fortuna llueve, una ducha de versos desnuda se desboca en defensa de anhelos, casi enloquecida, tan humana, tan viva como el día, tan suelta, libre y desprendida, como una amapola, acostumbrada, sin ceder en nada, a doblarse ante la fuerza montaraz del viento, para continuar con su dignidad erguida, salpicando de color el pecho de la tierra.
Este comentario le dejaba a uno de los mejores poetas de esta página: BaronRojo, pero con esa maldita manía que tiene la gente de borrar, me ha sido imposible rescatar sus versos, para destacarlos en esta Columna homenaje al Poeta.
Felizmente, casi en el día de su “onomástico”, he podido salvar estas perlas, que caen como gotas de agua pura en este homenaje al Poeta y a la Poesía, que Benhur, generosamente, nos ha dejado escritos. No se entusiasmen, que desaparecerán cuando menos lo imaginen, y les aconsejo que pasen rápido a la lectura del poema:
EN EL DÍA DE MI ONOMÁSTICO .
Sufre la hoja su caída
y el círculo se entrega a su rutina
ya verás que es de amanecida.
Soy el soltero sin el ruido
con el terrón deshecho de su vida;
de barro y sueño.
Pero como le aseguraba en uno de sus poemas a BaronRojo, que la seducción de un poema no siempre está en las palabras grandes, ni en los símbolos, el ritmo o la métrica, está en ese trazo genuino que nace del alma del poeta. El negropablo o Elpablonegro, o el próximamente, Pabloelnegro, en su último poema, nos deja en el aire el peso de la conciencia...
“Hay un aire que huele
a sal y espuma
y nubes que se apagan
cuando rozan los techos
es que estos mares agrios
nos regresan el cielo
nos dejan respirando
al borde de la nada
los mares hace tiempo que combaten
y el rastro de su sangre
inunda los silencios
yacen como delfines
los profetas
elevando las voces temblorosas
sobre el trueno implacable de la pólvora ardiente
sobre el alma radiante del petróleo
sobre el vuelo rasante
de las últimas flores que se animan
no hay más brazos de hombres
ni alas en los ojos de los niños
ni concierto de bocas
todo es acero y rimel
plasma de mil pulgadas
emepetres cayendo de los cuellos
(que el viento ya no canta
desde los caracoles)
no más gloria y misterio
en los cuerpos ahogados
ahora los naufragios
sacuden las esquinas
y los buitres acechan
buscándonos la frente
con miradas gigantes
preguntando
qué hicimos
qué hacemos
qué esperamos.”
¿Que qué esperamos, Pablo?
”La poesía es un arma cargada de futuro”, Así titula uno de los más hermosos poemas, el gran Poeta, Gabriel Celaya:
“No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.”
(Gabriel Celaya)
Y ahora recordarles a todos los aquí mencionados, a los que por falta de espacio y tiempo no he podido citar, no por falta de calidad en sus versos. Y también a los poetas de todos los tiempos, pasados, presentes y futuros, mi admiración con estos, mis propios versos:
Con solo tus palabras
Latiendo en mis arterias
Me lleno de placer y de cosquillas.
Inquietas circulan por mi sangre
Esparciendo su dulzura por mis venas
Con solo tus palabras
Absorbiendo hasta la última letra
Respiran el aire mis pulmones
Mi pecho se encoge en tu silencio
Y estalla en tus palabras.
Con solo tus palabras
Resplandecen de brillo mis pupilas
Mis labios tiemblan en la espera
y mi boca va llenándose de humores
Con solo pronunciarlas.
Con solo tus palabras
Calla el viento y la noche se hace eterna
Amanezco a la luz de tus vocablos
Y vivo y muero en cada hora
Con sólo tus palabras.
(maravillas)
Cuando un poeta muere una nueva estrella lucirá para siempre en el Cielo, y en esta página también.
Desde el Malecón habanero
Cualquier 14 de febrero.
(Este homenaje, enamorado, a la Poesía, y por mí escrito y publicado en esta página un 14 de febrero del año 2007, dedicado a los Poetas de esta página, ha sido recientemente vilmente eliminado del nick de la Columna, espacio en el que fue publicado, en esa misma fecha).
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