ANTE LA MUERTE DE UN AMIGO
Ante la muerte súbita del sacerdote Manuel Cuesta Palomero, quiero brindarle el homenaje sentido de estos versos sobre la marcha.
Querido Manuel Cuesta Palomero,
Mensajero de paz en Palestina,
Sacerdote cabal como el primero,
Siempre en alto tu antorcha peregrina.
Hoy nos llega noticia de tu muerte,
Me has dejado encogido el corazón,
Pero, al final, la tuya es buena suerte…
¡Morir donde el Maestro es bendición ¡.
¡Y sucedió en Caná de Galilea!...
Hablabas del Señor en tu homilía…
La voluntad de Dios ¡bendita sea!
Quiso fijar allí tu último día.
Tu corazón que tanto le había amado,
Interrumpió de pronto su latido,
Ante el altar caíste desplomado,
Como del rayo herido.
En vida temporal, fuiste mi amigo,
Era fácil quererte en tu bondad,
Ahora al buen Dios tendrás siempre contigo,
Y tus salmos serán de eternidad.
Con cuanto amor, Manuel, habrá salido
A tu encuentro tu Virgen de la Vega…
Ha poco su novena has presidido
Y entre sus brazos es bien recibido
El hijo que hoy le llega.
El pueblo al que alegraba tu presencia,
Sentirá muy profundo tu vacío…
¡Mucho nos costará llenar tu ausencia,
Manolo, amigo mío!
¿Quién nos presidirá el antiguo rito,
Cuando llegue el Adviento y la Pasión?
¿Quién lo hará tan sentido y tan bonito?
¿Quién como tú le hará predicación
Y llegará a mi corazón contrito?
En el seno del Padre, eternamente…
Culminó tu bregar, la paz contigo…
¡Hasta siempre, Manuel!.. al Dios clemente
Pide por quienes fuimos tus amigos!
EMILIO 26 Sept2007
|