I
Papá pregunta pero no sabe.
Y entonces empieza a hablar.
Y también canta.
No maneja bien el auto y no le gusta escuchar música.
Tampoco le gustan los chocolates y mucho menos las pastas.
Me parece que no quiere engordar para poder reconquistar a Mamá.
Pero no la conoce.
Mamá se ha sentido, desde siempre, atraída por los hombres grandes, que la puedan abrazar y hacerla sentir protegida.
Papá es mas bajo que Mamá y también más flaco.
Pero tiene el don de la garganta y en algún momento pudo causarle a Mamá lo mismo que le causan los hombres grandes.
Mamá es muy linda.
Cuando fue joven fue también reina de belleza.
Vi alguna foto, de ella, actuando como una.
A Mamá le desesperan los cambios en su físico.
Le cuesta aceptar que los años pasan, y las cosas cambian.
Mamá no sabe aceptar.
Pero supongo que algún día aprenderá.
O al menos me queda la esperanza.
Papá acaba de pasarse en rojo, después de renegar contra las personas que parquean sus autos a ambos lados de la calle.
Papá no sabe que esas personas están en un velorio.
¿Papá, si estuvieras llegando al velorio de Mamá y toda la calle estuviera ocupada, irías a buscar un lugar? ¿O parquearías al otro lado de la calle?
¿Tú crees que asistiría mucha gente? ¿Al velorio de Mamá?
Papá es un hombre bueno.
Pero su idea de la realidad no es correcta y es por eso que no puede ser feliz.
¿Qué realidad es correcta, Papá?
Hermano no existe.
Papá y Mamá crearon a una sola persona.
Y esa persona soy yo.
También vi fotos de Papá alguna vez.
Papá cuando era joven.
En todas tenía un cigarrillo en la mano.
Muestra indicios de que Papá fue, en algún momento, una persona normal.
Consciente de que lo mejor a veces hace daño, y es bueno arriesgarse.
Aunque las consecuencias sean fatales.
¿Has viajado mucho, Papá? ¿Qué lugares conoces? ¿Qué cosas conoces? ¿Conoces mucho?
Quiero decirle a Papá que no me voy a casar, que prefiero viajar y conocer nuevas cosas.
No quiero viajar con mi marido, Papá, quiero viajar sola.
Me gusta estar sola.
Y no me quiero casar.
Sí, Papá, sí quiero tener hijos.
Quiero tener hijos.
Pero dudo que los tenga.
Entonces es mejor que Papá no se haga de la idea de que va a ser abuelo.
Porque lo más probable es que no lo sea.
Yo sé que quieres ser abuelo, Papá.
Entonces era que lo pienses antes, antes de ser papá.
Que te hubiese gustado tener nietos.
Así habrías tenido más hijos, y tus posibilidades habrían aumentado.
Pero no tuviste más hijos.
No, Papá, la culpa no fue tuya.
Puede que la culpa la tenga yo.
II
Papá y Mamá duermen.
No es tarde.
Pero ya es de noche.
Acaba de llover.
Huele a lluvia.
Las calles todavía están mojadas.
Antes. En una noche como ésta, Papá y Mamá dormían en la misma cama, y se suponían felices.
Y yo era más pequeña.
Mucho más pequeña, porque no la recuerdo. Esa noche.
Solo la imagino o la deseo.
Nunca he presenciado un beso entre Mamá y Papá.
Duermen en diferentes dormitorios.
A veces Papá no duerme en casa.
¿En casa, Mamá? ¿A qué se le denomina casa?
Ninguno tiene televisión.
Ninguno parece ser feliz.
Ni está contento.
Ni tranquilo.
En cuanto termine la carrera… ¡me voy, Mamá!
Lejos.
Quiero enterarme, desde lejos, que ya no están juntos.
Que se divorciaron.
Que Papá se quedó con el auto.
Y tú con la casa.
Que me dejaron al perro donde la abuela.
Y que dejaron de quererse y por eso no se volverán a ver.
¿Papá, porque no te vas?
Andate, Papá. Buscate otra mujer. Tené mas hijos. Adoptá unos cuantos. Comprate una casa. Que tu pareja la decore. Construyan un cuarto de juguetes. Hagan el amor todas las noches. Dale plata a Mamá todos los meses. Y cuando por fin seas feliz, buscame y contame.
Pero sólo cuando seas feliz.
A lo mejor tu felicidad se contagie.
Antes de querer a cualquier persona debes quererte a ti.
Si no te quieres, ¿como puedes querer?
Si no sabes hacerlo.
Mamá, Papá, ya no soy una niña, ya no necesito la figura de una familia.
Nunca necesité la figura de una familia como la nuestra.
Nosotros no somos una familia.
Quizás ustedes lo fueron en algún momento.
Pero ya no.
Dejen de influir en mi vida.
Dejen hacerme la idea de que el amor existe.
De que sí puede existir.
III
A veces, generalmente cuando hace mucho calor, me quito los zapatos, abro la ventana, camino por las tejas de casa, y cuando la ventana parece estar lejos, me siento.
Saco un cigarrillo y lo prendo.
A veces veo cosas interesantes.
A veces, el humo del cigarrillo me parece más interesante que cualquier otra cosa.
Y me gusta mucho estar ahí.
Y no quiero estar en ningún otro lugar.
Me gusta cuando hay silencio.
Me gusta volver a mi dormitorio y ver que las plantas de mis pies están sucias.
Y luego dormir.
La ventana de mi dormitorio da a la casa de al lado.
En la casa de al lado vive un joven.
Un joven con su abuela.
Un joven con su abuela y un perro.
Calculo que ya es un adulto joven.
Ya mira el pasado, y se pregunta si es feliz, si está contento con lo que ha hecho.
Piensa que ya no le quedan muchas cosas.
Que su vida ahora es simplemente un derivado de lo que hizo.
Que ya está cansado.
Que ya no importan los sueños.
Él nunca me ha visto.
Yo sí.
Lo he visto con su novia.
También lo he visto solo.
Lo he visto solo también cuando está con su novia.
Le he visto la cara.
Lo he visto absorto en la televisión, o en sus pensamientos, frente al televisor.
Mientras su novia sale del dormitorio.
Y él parece no escucharla.
No he visto sonrisas.
He visto piel, pero no amor.
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