TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / osausaca / AVENTURA DE UN INOCENTE

[C:314188]

AVENTURA DE UN INOCENTE

Facundo campesino de profesión, responsable de una mujer y cuatro hijos, llegan a una gran ciudad expulsados de sus tierras por causa de una guerra absurda y sin sentido. Esta es su historia:
Retumban los sonidos de metralla, explotan cilindros, las mujeres impacientes gritan buscando a sus hijos, la policía se guarnece, todo es caos y angustia.

2 am. Cesan los estallidos, y un silencio gélido invade las calles del pueblo.

3 am. Se escuchan en la distancia las aspas de los helicópteros, tardías ante un holocausto brutal y sangriento.

6 am. El pueblo se ve invadido por uniformes camuflados, y socorristas que llegan presurosos a auxiliar la población inerme y vulnerable. A lo largo de sus callejuelas un tapete de escombros y miseria sirve de marco a una familia humilde que acude de los suburbios del pueblo a pedir ayuda.
- Facundo: “Dotor” mi nombre es Facundo soy dueño de una parcelita aquí en la entrada del pueblo, su persona es que en mi casita exploto un cilindro y me la dejo toitica en el suelo; mi compadre Manuel me dijo que bustedes ayudan a personas como nosotros. Mi hijito de 4 años estaba durmiendo en la casa en el momento que la explosión acudimos a buscarlo y no lo encontramos, ¿qué puedo hacer dotorcito?, ¡ayúdeme por favor!

- El socorrista le contesta: Sí señor, lo entiendo, espere un momento mientras atiendo a estos heridos e inmediatamente iniciamos la búsqueda de su hijo.

Pasaron dos, tres, cuatro horas sin que Facundo recibiera ayuda, decidió partir a su casa si se le puede llamar así a un cúmulo de escombros y cenizas. En el camino escucho hablar de una posible retaliación del grupo disidente responsable del incidente.

-Facundo: Mija recoja lo que pueda y nos largamos a buscar a mi chinito.

Buscaron 50 mts a la redonda sin resultados alentadores, en ese instante pasaba un vecino de la región al cuál le pregunto Facundo:

- Vecino mire es que tamos buscando un niño de 4 años más o menos ¿será que busted lo ha visto? En el momento de la balacera se nos perdió el chinito y llevamos horas buscándolo sin poder encontrarlo.

- Vecino: ¡Sí! en el momento en que chusma empezó a correr loma arriba, me tope con una mujer y dos hombres vestidos de camuflado, caminaban a paso de trocha con un niño como el que bustedes buscan.

Desesperados y pensando en sus hijos, partió la madre con sus 3 hijos buscando la ciudad mas cercana, Facundo entretanto emprendió la angustiosa búsqueda de su hijo secuestrado. Machete en mano se abrió camino por la trocha y se encamino a buscar el sitio que según los rumores se hallaba atrincherado el frente disidente responsable de su desgracia.

Pasados 4 días ERNESTINA (Esposa de Facundo), hacia parte de un cuadro cotidiano que normalmente vemos de manera indiferente en nuestras ciudades: Una mujer con una mochila como equipaje, de aspecto humilde con tres niños, refugiados bajo un árbol junto a un semáforo, extendiendo su mano a cuanto vehículo logran abordar. La mujer piensa en su hijo plagiado y ruega a DIOS con el alma que ilumine y proteja a su esposo en la búsqueda.

Facundo desesperado, hambriento, pero con una meta fija que lo alimenta y fortalece para continuar en su andar sin descanso.

QUINTO DÍA, desde la cima de una cordillera a aproximadamente 3.500 mts de altura sobre el nivel del mar, a –2 grados C, en algún lugar de los ANDES, habiendo seguido el rastro de los secuestradores visualiza a lo lejos un campamento y se aproxima. Al paso dan el asalto 6 hombres encapuchados, lo detienen e interrogan, el suplica con lagrimas en los ojos hablar con el comandante de la cuadrilla. Después de dos horas de humillación, estas personas acceden a su petición y lo presentan ante dicho comandante, que no es más que otro campesino azuzado por ideas falaces, que no son más que quimeras.

Ya ante él, este le pregunta a Facundo.

- ¿Qué quiere de nosotros?

- Quiero a mi chinito - responde Facundo -, se que bustedes lo tienen, y exijo me lo entreguen.

- El comandante en tono altanero contesta: - Y como porque le entregaremos un futuro defensor de la patria. Todos tenemos que pagar un precio en esta guerra y a usted le llego el momento, debería sentirse orgulloso. Además aquí su hijo lo tendrá todo comida, ropa, techo, adiestramiento y un trabajo, ¿usted acaso que le puede ofrecer?

Facundo desconcertado y enfurecido pero con la malicia indígena que heredo de sus ancestros, no tarda en responder.

- Facundo: Lo que bustedes ofrecen no son mas que embustes, de no ser así respóndame las siguientes preguntas señor comandante: ¿usted sabe como se inicio esta guerra?, ¿cuáles son los objetivos reales de esta guerra?, ¿en el momento que termine la guerra, a que se ve a dedicar busted para dar el sustento a su jamilia?, ¿qué ejemplo va a dar busted a sus chinos?, ¿ha pensado busted cuantos niños quedan sí su taita y sin su mama después de cada enfrentamiento armado de los que usted comanda?, ¿cree que la PATRIA como dice usted se esta beneficiando de todo esto?. Y respondiendo a su pregunta yo a mi hijo le ofrezco mis conocimientos y una conciencia limpia. Mire patroncito sí a usted en su corazón le queda algo de compasión y en su cabeza algo de razón, por favor devuélvame el chinito.

-El comandante enfurecido dice a sus hombres: ¡Enciérrenlos en el hueco¡

Pasaron aproximadamente 6 horas cuando el hambre hizo que Facundo gritara para que los alimentarán, sin recibir respuesta alguna tomo la decisión de romper las rafias que servían de cerradura, y salió cauteloso, después de caminar algunos metros saco a su hijo e hizo un reconocimiento del campamento. Por alguna razón el Comandante los abandono sin dar explicación alguna a su cuadrilla. Las palabras de Facundo calaron en la mente del COMANDANTE, ó simplemente tenerlos prisioneros retrasaría su andar.
Sin pensarlo dos veces Facundo emprendió el viaje de regreso que a su vez era el inicio de otro en búsqueda de su esposa e hijos. Camino sin descanso con su hijo a cuestas, ya a paso lento debido a que tenia que ingeniárselas para alimentar a su hijo, lo cuál no le fue muy difícil ya que en el campo la comida no es motivo de preocupación.

DÍA DECIMO, llega Facundo y su hijo nuevamente al pueblo, habla con algunos conocidos afín de establecer hacia donde se dirigía su esposa, habiendo reunido la información necesaria siguió su camino, ya con algo de dinero que consiguió prestado de su Compadre Manuel.

Embarcados ya en la flota intermunicipal, luego de 8 horas de viaje a campo traviesa, y 6 horas por vía pavimentada arriban finalmente a la Ciudad en donde en algún sitio de esta gran Urbe esta su Familia esperándolos ansiosos; caminan por calles, callejones, avenidas, boulevares, buscando incesantemente el resto de su prole. Decepcionado se sienta en una banca de un parque junto con su hijo, agotado física y mentalmente agacha su cabeza y abrazando a su hijo, no logra contener las lagrimas producto de su tristeza. Al cabo de unos segundos levanta su cabeza y mirando al cielo le reza a DIOS no pidiendo sino dando gracias por tener a su hijo y contar con una buena salud y fé para continuar su lucha en contra de las adversidades que parecían ser el pan de cada día. Estando sentados se les acerca una niña de aproximadamente 6 años, y con su mano extendida le pide a facundo que por favor le regale algo de comer él sonríe y llevando la mano a su mochila para sacar una pieza de pan que guardaba para su hijo, y dispuesto a compartirla con aquella niña levanta su mirada hacia la pequeña criatura y se suelta en llanto y risa al ver que tras una cara sucia estaba su pequeña hija, la abraza fuertemente dando vueltas de alegría se sientan, limpia el rostro de la pequeña, le pregunta por su madre y hermanos, señalando con su pequeño dedo hacia un semáforo identifica a su madre y hermanos, FACUNDO, toma de las manos a sus pequeños y presuroso corre al feliz encuentro, después de un rato de abrazos, risas y lagrimas se dirigen a una tienda de barrio en donde facundo compra algo de comida, él y su esposa se cuentan las peripecias vividas. En un momento de silencio ERNESTINA le pregunta a su esposo:

-Ernestina: ¿Mijo y ahora pa donde vamos a coger?

FACUNDO sonríe y con su rostro lleno de felicidad y esperanza le contesta:

- Pués pa donde cree busted mija, a nuestro ranchito, allá donde tenemos el azadón, el machete, las gallinas, la vaquita, y los chivos, en aquel lugar donde pienso ver crecer a mis chinos y en donde han vivido mis taitas, y mis abuelos, de donde jamás debimos haber salido, allí regresaremos y allí moriremos.

Con los pocos centavos que le quedaban regresaron a su pueblo con la frente en alto y convencidos de que su futuro estaba en la tierra que los vio nacer y en la que por siglos han crecido y progresado sus antepasados. FACUNDO, campesino de profesión, recio, luchador, guerrero, vivió y batallo por conservar sus ideales; no podríamos esperar menos de un descendiente en línea directa de un CACIQUE CHIBCHA

Oscar Augusto Santos Cañón

Texto agregado el 29-09-2007, y leído por 117 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]