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Inicio / Cuenteros Locales / CHOMPIRAS / TE VAS A QUEDAR?

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-¿te vas a quedar?
- sí.
-yo estoy mamada del calor y ya mis vacaciones se van acabar, además debo llegar a Netupiromba a cuadrar algunas cosas antes de empezar a trabajar. Decídete, te quedas o te vas conmigo.

-…la verdad no puedo dejar a Eduardo solo y menos en el estado en el que se encuentra, estaría mal que lo deje así. Yo te amo mi amor pero ojala me entiendas.
-…No te preocupes, no esperaba otra respuesta, me siento orgullosa de saber que prefieres quedarte a acompañar a Eduardo, al fin y al cabo eres al único que tiene acá. – Porque no lo convences para que se vaya con nosotros para Netupiromba?
-No, eso es muy difícil y si se lo digo entraría en disputa conmigo, jamás lo he hecho y mucho menos en esta situación.
-Bueno y que piensas hacer ahora?
-Llamar a Sophia.
- y para qué?
-Debo contarle lo que me pasó, no me siento muy bien si alguien en casa no lo sabe.
-Pero si tú dijiste que no les dirías nada a ellos, por qué cambiaste de opinión.
-Me siento mal de no poderle contar a nadie.
-Ahh, entonces yo no valgo de nada, no te importo nada y eso que he sido yo la que te ha cuidado.
-No, no, no amor, entiéndeme por favor.
-Mejor llama a Sophia al fin y al cabo te importa más tu familia que yo.

La llamada no dio espera al momento, Claudio marcó el número telefónico que sabia de memoria y con la voz temblorosa por saber que diría Sophia acerca del accidente, le dijo:

-Que hubo mija, que más como anda todo, por allá?

Ella respondió normalmente y devolvió la pregunta de una manera cortes.

-Te llamó para contarte algo, pero necesito que no le cuentes a nadie, listo?
-Que pasó ustedes están bien, dime como esta Valeria y Eduardo y Tú?
-Ya estamos bien, mira lo que sucede es que el domingo, el 6 de Enero, sufrimos un accidente Eduardo y Yo.
-El domingo? No si por allá llueve por acá no escampa, acá también pasó algo y no habíamos querido contarte para no preocuparte.
-Qué pasó?
-Que Simón se cayó desde un segundo piso.
-Y como está?
-Bien por fortuna no fue mayor cosa, se cayó desde el segundo piso en la casa de la abuela, y ese día lo llevamos a urgencias y no le pasó nada, solo un rasguño en la frente y en el costado, tú lo hubiese visto estaba pálido y me contaba lo que le pasó. Me decía - Tía me caí duro – y apenas se vio la sangre se puso a llorar.
-No joda, pero hay se nota lo descuidada que es Lucía.
-Sí y lo peor es que ella y Henry no pudieron entrar a urgencias de los nervios, el pobre Henry estaba pálido del susto.

La conversación continúo con detalles de los accidentes simultáneos, Claudio empezó a dudar si verdaderamente se debería quedar a acompañar a su mejor amigo o viajar a Netupiromba, para ver como estaba su sobrino, además contaba el hecho de ver a Valeria afectada por el calor y lo sensible que la tenía la situación.

Valeria le sirvió de apoyo a Claudio para seguir hasta la casa, compraron unas ensaladas de frutas y al llegar a casa cenaron con Eduardo, ahora por lo menos por estos días era necesario que tomaran desayunos, almuerzos y cenas netamente frugales. Claudio comió lentamente y espero a quedar solo con Eduardo mientras Valeria se preparaba a dormir.

-Valeria se va mañana en la mañana, que le parece si nos vamos con ella.
-No marica yo no me puedo aparecer en mi casa así y usted se imagina si mi padrino me ve así, se muere el viejo, yo espero a estar bien y hay si viajo. Si quiere viaje usted con Valeria pero yo me quedo, en serio güevon viaje con ella, yo voy a estar bien.
-No yo ya hable con ella y decidí quedarme acá con usted para acompañarlo, después del accidente yo estoy mejor que usted y será mejor si me quedo.
-Gracias mijo.
-Quiere saber otra cosa?
-Qué?
-Simón se cayó de un segundo piso, pero no le paso nada.
-Uyy, marica pero seguro bien?.. Cuanto años tiene él?
-Dos años, sí el chinito está bien.
-Se acuerda de lo que hablábamos anteanoche, de que no sabíamos que sería para mañana, tal vez la muerte, y vea, la vimos, viajamos al infierno por un instante.
-Jajajaja, si señor, pero a diferencia de anteanoche hoy no podemos tomar, que desgracia, mejor vamos a dormirnos ya, yo debo acompañar a Valeria mañana al bus.

Eduardo asintió se levantó y junto a Claudio se fueron a dormir.

La noche la pasaron con las incomodidades precisas que solo dan las heridas de un traumático accidente, cerca del amanecer un estruendoso rayo, levantó de insofacto a Claudio, se despertó sobresaltado y por un instante confundió el estrépito que tumbo un árbol aledaño a la casa con la explosión que lo tenía parcialmente postrado. Inmediatamente se aferro de las piernas de Valeria que lo abrazó continuamente y le dijo al oído – Tranquilo yo me quedo contigo hasta el domingo, pero solo hasta el domingo.

La mañana llegó como en los días anteriores y antes de que saliera el sol, era deber de Eduardo y Claudio emprender el viaje al hospital para que les hicieran la rutinaria curación que consistía en levantar la piel podrida por el calor y los gusanos de las moscas, que conformaban un dúo perfecto al momento de crear el apestoso olor que espantaba niños y atraía perros.

Sin embargo Eduardo había empezado a sentir la probable ausencia de su mejor amigo y de camino a la casa, el comentario de una enfermera negra le confirmo la urgencia de su viaje de vuelta.

-¿Qué pasa?- preguntó Claudio.
Eduardo dejó un instante para pensar en lo que decía y le co0mentó que lo que le había dicho la enfermera no era muy alentador, en esos momentos el calor de T… no les sentaría muy bien, lo recomendable era que se fueran para Netupiromba lo antes posible.

Pero más que eso lo que le preocupaba a Eduardo era volver y que su familia y su padrino lo vieran en el estado en el que se encontraba, sin embargo tomó la decisión de llamar también a su hermana para enterarla, con tan mala suerte que del otro lado del auricular mientras la hermana recibía la mala noticia y su rostro se llenaba de preocupación, el padrino de Eduardo leía en el rostro de la niña que las cosas no andaban muy bien.

Eduardo colgó el teléfono y no tan pronto recibió la llamada de su padrino que tras haber interrogado a su hermana le exigió a Eduardo que se devolviera a casa.

El viaje se hizo más latente cada vez y ya la hora del almuerzo era la hora pactada para emprender carretera arriba la sorpresa que las dos familias se llevarían al ver llegar a su dos hijos convertidos en seres mounstrosos por causa de una estupidez, El viaje no tuvo mayor complicación sólo el fastidio de los demás pasajeros que al mirar hacía adelante se encontraban con un digno cuadro de periódico amarillista.

Legaron a Netupiromba por la avenida Centenario y tomaron un taxi que hiciera viaje compuesto para llegar a dos de las casas, Claudio y Valeria fueron los primeros en bajarse parra dejar algunas maletas en casa de Valeria y continuar luego a casa de Claudio para ver como estaba el sobrino también recién accidentado.

Eduardo continúo su viaje y al llegar Claudio a su casa lo llamó para saber como había llegado. Al colgar empezó a contarle a su familia los pormenores del accidente que la habían hecho llegar dos días antes de lo acordado.

“-Como a nosotros nos prestaron la casa del padrino de Eduardo con la condición de bajar la maleza del solar, le tratamos de dar con machete durante dos días pero eso fue realmente difícil ya que el calor era insoportable y esos machetes no cortaban casi nada.

Yo le dije a Eduardo que se trajera un galón de gasolina para que le echáramos a ese pasto y así lo quemáramos. Apenas llegó con la gasolina que se venia regando el se adelanto para prender el pasto, yo había pensado hacer una línea de gasolina y luego prender para que el fuego fuera parejo, pero ya la gasolina esta en su totalidad en un hueco del solar como a un metro de profundidad, Eduardo se acercó echo el primer fósforo y no se prendió, intento con el último que había – traición del destino – y pareció en el primer instante que no había prendido, sin embargo un sofocante sonido a modo de explosión se produjo, seguido de una bocanada de fuego que nos abrazaba, la explosión nos llevo a la pared y por eso tengo esta raspadura. Yo alcance a cerrar los ojos y voltear la cara, pero debido a que estaba en pantaloneta y camiseta el fuego consumió todos lo pelos de mi cuerpo y el susto producido me dejo en estado de schok, corrí a la casa y el ardor de la gasolina penetrada en la piel carcomía hasta mi alma, Valeria me gritaba que me metiera a la regadera, pero yo no quería porque me acordaba de la película d Garaje Olimpo, donde a los electrocutados no se les puede mojar ya que morirían, pero luego entendí la diferencia entre una explosión de gasolina, me quite la ropa, me senté en la regadera, hasta cuando llego la radiopatrulla que me llevo al hospital.”

Texto agregado el 29-09-2007, y leído por 208 visitantes. (1 voto)


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