cuando casipea cruzaba la ciudad soleada, entre edificios barrocos de los primeros acentamientos de america, en una tierra de flor entre las flores paseaba, ahi, yo, un siriano activo que buscaba recuperar el centro de ese pueblo, para llevarlo a cimas de la altamar para que el volcan dormido en las fauces aguas, diera a luz al caminante de las estrellas, un ser esperado entre las legiones de esos tiempos.

entre camaras digitales que roban el alma, y la tecnologia despertando en un pais del tercer mundo que le rodeaba como brujos cocinando; el comandante se movia como tigre entre tiros hacia un destino donde debia acordar con hombres grises el cuidado de materiales radioactivos llegados en una nave (de esas que son de ensueño nada mas y que la habitan todos los seres mientras duermen, no se vayan con la finta de artefactos que devoren el tiempo y vengan de lejos, esas naves son de aqui y son en un canto) el comandante vira en un cinturon de asteroides y baaam, esta frente a ella, constelada como otras cavernas que el ha cohabitado.

casiopea mira al comandante, el piensa volver rapido a la base en lyra con su pequeña jedi que no para de crecer semillastro del mañana. y le invita un cafe en el callejon parisino sin neblina de minimalapolis que mira al totonacapam.

traia un explosivo psyquico en su mochila, disfrazado de ejecutivo bancario recorria del centro (lleno de extraterrestres errantes que podan el cesped de parques y ranchos, la mera banda fotonica encendida a todo motor ascendiendo meta al hyperespacio experencial...

inlakesh.info