*El General...
(Segunda edición ampliada y modificada)
- Mi general llegó la reportera que estaba esperando ¿puedo hacerla pasar?
- Sí cabo, que pase.
- Buenas tardes General, soy Oriana Grandi del Metrópolis Heráld.
- La estaba esperando; no creía fuera Ud. tan bonita., siempre supuse que la inteligencia era patrimonio de las mujeres feas.
- Me halaga General ¿siempre tan galante?
- Adelante y siéntese por favor
- General voy a poner mi grabadora a funcionar y simultáneamente tomaré notas escritas de nuestra conversación, luego le daré copia de las cintas y de mis escritos, para que Ud. las estudie y apruebe. Por otro lado será una conversación amistosa y en confianza, Ud. podrá pedir que cualquier argumento de los hablados sea eliminado del artículo final.
- De acuerdo, comencemos, puede preguntar.
De esta manera sencilla, cortés, y sin muchos preámbulos, comienzo la entrevista que tanto me ha costado conseguir. Hoy, al inicio de la conversación vi un hombre cansado y preocupado, pero su aire de mando y esa fuerza en la mirada que infunde temor y respeto, era la misma que siempre observé en todas sus fotos e intervenciones públicas.
- Ud. ha sido y es, uno de los más fieles compañeros del Presidente ¿cuándo inicio su amistad con él?
- Fuimos compañeros en la academia militar, luego continuamos siempre en contacto hasta el día de su elección a presidente de la República.
- ¿Lo acompañó también en el fallido golpe de estado del 29 de Febrero del 92?
- No, durante esa intentona yo me mantuve del lado Constitucionalista, todavía no formaba parte de su entorno político, como ya le dije nuestra amistad venía de la academia.
- ¿Ud. sabe que la mayoría de los oficiales que lo acompañaron en aquella aventura, lo siguieron luego en la cárcel y más tarde en la campaña política que lo llevó a la presidencia de la república?
- Si lo sé, también que la mayoría lo fueron abandonando con el tiempo. Unos porque pensaban que él se había desviado del proyecto inicial y otros por querer ser ellos los protagonistas.
- Sí, pero hay otros que simplemente fueron alejados por el mismo presidente porque ya no eran necesarios y competían con su popularidad. ¿Cuándo lo llamó a formar parte de su entorno?
- Fue después del 11 de Abril del 2002 cuando el Alto mando militar decidió desconocer al nuevo Gobierno golpista de derecha y lo restituyó al poder.
- Ud. fue ascendido por él, luego del ascenso le dio un cargo en el alto mando, ¿por qué fue Ud. y no otros oficiales más antiguos, a los que les correspondía por antigüedad?
- Es claro que después del 11de Abril tenía que eliminar a todos aquellos que apoyaron la intentona fascista, en los que ya no confiaba. Comenzó a buscar oficiales que conocía y sabía de su fidelidad. Los premió a todos con ascensos inmediatos y puestos de mando. Sólo pedía a cambio apoyo irrestricto al proyecto revolucionario.
- Un poco como acostumbra la mafia; “ yo te hago un favor, te asciendo y tú pagas el favor siendo incondicional”... ¿Nunca ha tenido dudas sobre ese proyecto revolucionario y su manera de aplicarlo?
- No, él puso militares activos y retirados en todos los puesto clave, tenía todo el poder centrado en sus manos. El Fiscal general era miembro de su partido, el Defensor del pueblo otro incondicional, la Asamblea estaba dominada por sus diputados que hacían lo que les ordenaba, el Poder Judicial totalmente controlado, hasta el Presidente del Tribunal Supremo era un incondicional, en pocas palabras todo el poder estaba en sus manos; no había posibilidad alguna de que fallara.
- ¿Ni siquiera ahora que el proyecto y el Presidente han perdido popularidad y credibilidad?
- No, ninguna duda, teníamos el poder y la Oposición no lograban ponerse de acuerdo en una estrategia efectiva. Además, no era de mi incumbencia criticar ni establecer la forma política de hacerlo.
- ¿Tampoco fue de su incumbencia cuando se comenzaron a violar repetidamente los derechos de los ciudadanos?
- ¿Cuáles derechos? No vi violaciones, en los tribunales no hay denuncias asentadas y probadas.
- En los tribunales locales no las hay porque los fiscales se negaron a atenderlas con la debida celeridad, pero si hay denuncias en los tribunales internacionales -¿La Guardia Nacional y la Policía Militar, disparando a mansalva contra una manifestación pacífica cómo la considera?
- Primero la Guardia disparó perdigones de gomas y gases lacrimógenos, armamentos permitidos para el control de manifestaciones y mítines públicos; sólo lo hicieron al verse en peligro y para resguardar su seguridad.
- En las imágenes tomadas por fotógrafos y camarógrafos se ven guardias disparando escopetas a quemarropa.
- No vi nada de eso, solamente guardias defendiéndose y tratando de cumplir su misión.
- ¿Tampoco tiene información de las torturas aplicadas a detenidos por los cuerpos de seguridad del estado?
- Ya le dije ni el Defensor del pueblo ni el fiscal tienen denuncias serias. Además, en una revolución siempre hay atropellos y alguien sale lastimado, es el precio a pagar...
Es sorprendente la calma y la sangre fría del general, mientras conversa sobre torturas y derechos humanos. Trata el tema en forma tan impersonal que da la impresión que de verdad nada sucedió, como que era algo inevitable y justificado por el bien de la Revolución.
- Una pregunta personal General ¿Ha percibido algunos beneficios personales en el cumplimiento de sus funciones?
- Si, por qué negarlos, he recibido favores y he hecho algunos negocios, pero casi todos los oficiales de la revolución recibían prebendas, bonos especiales y hacían los suyos.
- Según rumores que circulan hablamos de millones de dólares recibidos en comisiones ¿No le parece raro o ilegal todo esto?
- Son cifras exageradas nadie ha podido demostrar nada, sólo pequeñas cosas, unos obsequios de empresas relacionadas con la vida militar y algunas constructoras; el mismo gobierno nos otorgaba unos bonos especiales en dinero, que en realidad no estaban bien pero tampoco eran tan graves.
- ¿No era bandera del gobierno combatir la corrupción?
- Sí lo era, pero todos metían la mano, diputados, jueces, ministros, políticos ¿por qué yo no debía aprovechar algo también? Teníamos el poder... ¿Desea tomar algo, un café, un té?
- Si, me agradaría un café.
- ¡Cabo! sirva un café para la señorita y un whisky en las rocas para mí.
- ¿Le molesta si fumo?
- No ,en absoluto, yo también fumo, permítame ofrecerle unos de los míos.
- Gracias, si prefiere tomamos un descanso.
Tenía una idea muy diferente del General. Lo imaginaba como un hombre fuerte, un verdadero macho, engreído y embutido en su autoridad; el hombre que ordenó reprimir manifestaciones pacíficas, el que se vio por televisión, como mandaba a sus guardias a agredir a mujeres indefensas, el que está denunciado ante el tribunal de La Haya por crímenes de lesa humanidad; éste nada tiene que ver con esa imagen, es un oficial educado, gentil, aunque firme en su posición y convicción.
- General, ¿su esposa está enterada de lo que Ud. hacia?
- Mi familia poco o nada tienen que saber; conocen que soy un oficial apegado a las Leyes y fiel al gobierno, además de buen esposo y padre.
- Me disculpa Ud. General, pero creo que en esta última respuesta está la clave del problema. Ud. dice: “fiel al gobierno” y realmente un militar debe ser fiel al Estado, no al gobierno ni al hombre que lo dirige, ni a persona u organización que no sea la república y la constitución.
- El estado, el gobierno, son sólo detalles, es sólo una manera de interpretar las leyes y la constitución. Cuando uno se da cuenta que está metido en un círculo de corrupción tan grande, siente que la conciencia ha perdido su capacidad de interferir... Regresando al tema de la familia; sí, es verdad que tuvieron ciertas molestias, los muchachos en el colegio hablan, y los míos han sido objeto de burlas y cierta segregación, mi señora y yo hemos sido objeto de cacerolazos en los sitios públicos, nuestros amigos nos hicieron el vacío alrededor. Mi esposa algunas veces ha intentado hablarme, pero nunca le hice caso. Es el precio que tenemos que pagar por mi decisión de apoyar al Presidente y la revolución. Esos políticos y capitalistas corruptos de los anteriores gobiernos, que critican mi actuar ¿con qué moral lo hacen? Es verdad, yo también acepté la corrupción, la misma que durante años han aceptado ellos.
- ¿Nunca pensó en la consecuencias de sus actos? ¿qué pasaría después que este gobierno caiga?
- No tuve ni tengo por qué pensarlo, es mi responsabilidad defender al gobierno y la revolución de la mejor manera posible.
- Supongo que está en conocimiento del Estatuto de Roma y su alcance en cuanto a crímenes de lesa humanidad.
- Si, lo conozco, pero también sé que no será fácil demostrar nada. La justicia es parte integral de este mundo corrupto. N,ada puede pasarle a quien tiene el dinero y el poder...
- Me gustaría ahondar más sobre las relaciones con su familia.
- Está bien, pero ya es tarde y estoy un poco cansado, ¿qué le parece si continuamos mañana?
- Muy bien, mañana a la misma hora. Ha sido una conversación muy franca, le doy las gracias General por permitirme entrar en estas intimidades. Hasta mañana...
- ¡Cabo! Acompañe la señorita...
Dos años después, en la sala de la Corte del Tribunal de la Haya, Oriana está sentada en la primera fila con su libreta de apuntes abierta para tomar nota del último acto de esta comedia. En un lado de la sala, periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos se amontonan y empujan para obtener las mejores vistas.
El secretario del tribunal con su toga negra se dirige a los presentes:- ¡Todos de pie! Entra la corte...
- Señores del Jurado, tienen el veredicto.
- ¡Sí! Señor Juez...
- De pie el imputado
- Esta corte, después de escuchadas las partes, encuentra al imputado...
Fredo Nedi
6/12/2003
23/03/2004 (segunda edición ampliada y revisada)
* Nota del Autor: Los personajes del cuento son ficticios y creación del autor, cualquier parecido o similitud con personas de la vida real es pura casualidad.
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