Y ahí estamos, desde quién sabe qué rincón del planeta aguardando una señal que adivine nuestro encuentro.

Sólo esta vez me doy ánimo de escribirlo. No pretendo llorarte en esta vida. A tu lado sólo tendré alegría y una inmensa paz.

Perdidos. Porque aún falta todavía.

Te faltan mis caricias, mis besos
Mis ojos abiertos, o cerrados

Te faltan mis oídos y mi silencio
Mis palabras, mis bromas, mis consejos

A mí me está faltando tu mirada
Tu cuerpo tatuado de fe y esperanza

Me faltan tus sabios pensamientos
Y esa manera loca de vivir la vida
Me falta tu abrazo, lo único que me mantiene en el suelo...
pero que no me corta las alas

Aún falta todavía que el cosmos consuma el momento
En que nuestros cuerpos se encuentren.

Tranquilo.