Chiquito que soñó con ser grande, y y hoy es la persona más grande que conozco. Te tuve en mis brazos, pedías mi piel, el sueño me vencía contántote cuentos que sólo te hacían reír. Jugando a criar caracoles, a encontrar arcoiris creciste, soñador incansable, hombre de esfuerzo, de consejo y confianza. Mediador, que más de alguna vez me abrazaste en el momento oportuno, que intercambiabas tu sonrisa por la mía, que siempre me dijiste que eras igual a mí. Aprendiste a ser honesto, a sorprender, a ser estable y maduro...
Tesoro mío, siempre fuiste parte de mí, compartimos el aire y los sonidos. Recuerda los momentos solos en la playa, haciendo castillos de arena hasta la madrugada; los cantos en tu cuna, los monos de nieve... ya vez, amor, hay tanto. Cuida a tu mujer y ama a tu familia, que yo voy con tu padre a conocer ese lugar de blues, de jazz, de colores y música celta, con espacio para la libertad y el arte, para soñar y amar a tu padre… He muerto de cáncer, pero estoy contigo, no te sientas solo; tu mujer te ama y te tiene un regalo: muy pronto serás Padre.
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