LOS NIÑOS VIAJEROS
En 1880, en Monterrey como eso de las 4:28 p.m. , unos niños se encontraban en un parque que se encontraba en el centro de la ciudad, era una niña llamada Ana Carla y un niño llamado Miguel Ángel a el le gustaba jugar a las escondidillas y a Ana le gustaba jugar a las atrapadas y ese día decidieron mejor irse a casa de Ana, cuando estaban en su casa escogieron jugar a las atrapadas y Miguel iba a atrapar, cuando iban a empezar a jugar Ana observo que callo del cielo una bolsa de color amarillo con anaranjado, los niños tuvieron mucha curiosidad por ver que contenía entonces Miguel le dijo a Ana:
- ¿Te gustaría saber que contiene la bolsa? –dijo un poco asustado por el suceso que había ocurrido.
- Si, pero si contiene algo malo -le contesto Ana un poco insegura.
- Bueno vamos a averiguarlo
- Claro – los dos niños contestaron un poco asustados.
Los dos abrieron la bolsa y vieron que eran 4 anillos, a Ana le parecieron muy bonitos pues parecían que estaban hechos de puros diamantes, había anillos de color amarillos y anaranjados era muy extraño pues había 2 de cada color, después Miguel pensó:
- “Ana querrá quedarse con los anillos” –pensó Miguel.
- ¿Qué piensas Miguel? –pregunto Ana.
- Nada solo si tú quisieras quedarte con los anillos – le contesto.
- Son muy bonitos pero no creo que sea correcto o tú que piensas- le contesto a Miguel.
- Yo digo que si pues cayeron del cielo no creo que sean de alguien-contesto muy convencido
- Bueno cada quien uno de cada color, si
- Si – contesto Miguel muy seguro
Cuando recogieron los anillos se dieron cuenta de que estaba una nota con letra mano escrita, y Ana dijo:
- ¿Qué dice? –le pregunto Ana a Miguel.
- Dice: Con los anillos amarillos vas a viajar más lejos de lo que te imaginas.
Los niños no le tomaron importancia y tiraron la nota al suelo y se pusieron los anillos amarillos y en un cerrar y abrir de ojos se dieron cuenta de que ya no estaban en la casa de Ana y ella estaba segura de que ya no se encontraban en Monterrey y se encontraban en un bosque donde había muchas fuentecitas, ese lugar se veía muy tranquilo pero los niños en menos de 5 minutos querían regresar a su casa pues estaban muy asustados pero no sabían como regresar. Después de aproximadamente 15 minutos Miguel observo que a lo lejos se veía un hombre caballo los niños no lo podían creer pues los minotauros como se les llama no existían eran pura fantasía el minotauro paresia agradable y les explico que no podían estar hay pues no eran de esa comunidad pero en unos minutos el minotauro se le quito lo agradable y les empezó a gritar, los niños se asustaron aun mas, el minotauro dijo:
- Los boy a llevar a un portal donde nadie a sabido que hay detrás de el pues han roto las reglas-les dijo enojado.
- No, nosotros no somos de este lugar venimos de Monterrey – dijo Miguel
- ¿Monterrey?-pregunto
- Que se están burlando de mi aquí no existe ninguna aldea llamada Monterrey –el minotauro contesto molesto.
Los niños se asustaron pero en eso Miguel se acordó sobre los otros anillos:
- “A lo mejor esos otros anillos nos pueden llevar de nuevo a casa” – pensó Miguel
Mientras Miguel pensaba el minotauro los llevaba por unas puertas muy grandes y en cada puerta se detenía para abrirla, cuando Miguel llego a la conclusión de que los otros anillos podían llevarlos a casa espero a que el minotauro se detuviera en una puerta, cuando se detuvo en una dijo:
- Esta puerta es la penúltima “están emocionados verdad” – dijo en tono sarcástico.
- Al cruzar el portal ni yo se a donde irán a parar
- Si no sabe porque nos va a ese portal
- Porque hace tiempo estábamos en guerra y nadie había cruzado ese portal y la reina Citlaly ordeno que el guardia Tasimirus cruzara el portal misterioso cuando iba a cruzar le prometió a la reina que iba a regresar pero nunca regreso y después de que termino la guerra la reina decidió que ese portal iba a ser el portal de la muerte y desde entonces a quien no cumpla las reglas tiene que cruzar el portal
- “No es justo nosotros no sabíamos que estábamos rompiendo las reglas “–pensó miguel.
Ana no podía creer lo que estaba pasando. Cuando iban a llegar a la última puerta Miguel estaba atento par no perder la oportunidad de darle el anillo a Ana.
Cuando llegaron como en todas las puertas el minotauro se detuvo para abrir la puerta entonces Miguel le dio el anillo a Ana y le dijo:
- Con este anillo podremos viajar a casa de nuevo – Miguel le dijo a Ana tan rápido como pudo y susurrando.
- Bueno – contesto Ana
El minotauro no se dio cuenta, cuando se pusieron los anillos se percataron de que no había sucedido nada, los niños se pusieron muy nerviosos porque no podían regresar a casa y los iban a hacer que cruzaran el portal de la muerta y ellos no sabían que había detrás de el.
Cuando el minotauro les indico que tenían que cruzar ese portal, Ana antes de cruzar de tanto miedo que tenia grito:
-Anillo por favor regrésanos de vuelta a casa-grito
-Niños tienen que cruzar-grito el minotauro
Los niños dieron un paso y de repente estaban en una batalla Ana supuso que estaban hay mismo pero en la guerra que el minotauro les había contado, y Miguel dijo:
-Ana grita con migo
- Si Miguel-contesto Ana
Y gritaron los dos juntos:
-DESEO ESTAR EN EL PARQUE SAN MIGUEL.-Los dos gritaron tan fuerte pues estaban muy asustados.
En un serrar y abrir de ojos ya estaban en el parque, cuando se dieron cuenta de que estaban en el parque se abrasaron tan fuerte pues estaban muy contentos de poder observar de nuevo su comunidad. Los dos tuvieron una experiencia de verdad muy rara y desde entonces siempre fueron muy buenos amigos que no podían estar separados.
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