IRONÍA

La primera vez que lo vi, estaba como en otro planeta, atrapado en un mundo gris, luchando contra las sombras, contra sus miedos, contra sus demonios, con el silencio decía muchas cosas, pero lo que más me gustaba, era su mirada, fría y oscura, al principio pensé que su actitud era normal, que era igual a todos, (aunque en el fondo sabía que era diferente) ya que el simple hecho de querer ser diferentes, nos hace iguales, pero no fue así, con el paso del tiempo comprobé lo que ya sabía.

Mi objetivo principal era salvarlo del crepúsculo, de la oscuridad, pero…
Ya no era la misma, caí en sus redes depresivas, ya no era la típica chica alegre e ignorante, ya no me importaba mi apariencia, la vanidad y la avaricia que existían en mi fueron desapareciendo poco a poco. Tal vez fue su punto de vista lo que me hizo cambiar, sus ideas utópicas me hicieron viajar a otro lugar, sabia que era absurdo pero con él todo era real.

Él me hizo entender muy bien el verdadero significado de la maldad, del odio y del amor, el amor, ahora entiendo, es solo un invento del hombre, que se utiliza para esconder la debilidad hacia la humanidad. Casi siempre me llevaba a su mundo, no era tan frió, ni tan oscuro como yo creía, encontré en el algo que no pensaba encontrar, compasión y resentimiento, compasión por la subcultura, resentimiento por toda clase de hegemonía.

A si era él, un rompecabezas que nunca pude completar, un océano en el que nunca pude sumergirme, un melómano atormentado, un pequeño genio solitario.
La última vez que lo vi, su mirada no era igual, su cigarro desaparecía más rápido de lo normal, las ultimas palabras que oí de él y tal vez las ultimas palabras que dijo, fueron: “no existe la libertad”. Sentí un vacío inmenso, todo por lo que habíamos luchado, todo por lo que habíamos creído lo destruyó esa frase, esa pequeña pero inmensa frase.

A si como llegó se marchó, partió de este mundo, se fue como muchos, decidió no seguir simplemente porque no pudo soportar la tiranía, la maldad, el odio, los problemas lo ahogaron, su mente se asfixió de tanto pensar en esta triste realidad.

Ahora estoy contemplando la ciudad, el aire me acaricia suavemente, me invita a ser libre solo por unos segundos o para toda la eternidad, desde aquí puedo ver mejor la gran jaula, tal vez muchos piensan que es cobardía, pero yo creo que hay que tener valor, valor para buscar algo de paz en otro lugar, ya tome una decisión y nadie lo podrá evitar, espero que sean felices en este infierno…