Fabricando futuros relucientes camino de Paris reconoci el amor en cada tunel dejando de los bosques el aroma con sensacion de vertigo. Dibujo corazones, todavia, repitiendo tu voz con mi tinta infantil, inconsolada que viene desde el cielo hasta el papel inventando tus besos. Resuena ese violin del mago Kilyan Estoy tan confundido tan falto de valor frente al silencio que adormecen los labios de la luna un raro despertar Atraviesas mi Alma envuelta en el cristal encantador que es un destino Amo tu nombre ahora al fin, y no hay tristeza mas extraña en este gris amanecer
Texto agregado el 23-03-2004, y leído por 116 visitantes. (2 votos)