El negro de la vieja chaqueta.
En el desván se arrastra la codicia,
En un tumulto de rayos sucios,
Observar el noble eclipse despertándose
Sobre la elipse que se reniega en un rosrtro,
Que se va olvidando a si mismo.
Se adentra en su propio fuerte,su propio habitáculo,
Va rondando en círculos medio cegados,
La rabia ata esa colcha,ese recuerdo apagado,
Con una antorcha,hablando sobre la suavidad
De la perfecta clavícula,se romnpe en una cálida
Amargura,frescura serena se observa en la sucia casa,
Una sucia cocina con brasa y brasero,con unas
Incómodas sillas de paja acompañando a jarrones
Sin latidos,ni petalos dibujados solo jarros,gajos
Solo sombras,serenos vientos malhumorados se escuchan,
Es como el tiritar de los dientes,se aloja en tu oido derecho
Y llega en un duro golpe de viento frío.
Tumbate y descansa,deja la espada con la que mataste y aislate
En el recuerdo que nunca se marcha,en tu soledad puramente
Repentina,infinita es la muerte,ella manda marcharte,
Que no vuelvas nunca,fue una vida infinita llegando a su línea,
Al límite.