Impregné de sangre lo que quedaba de ella.
Su ultimo aliento quedo definido por un gemido,que dio final a una muerte violenta.
Su piel ensangrentada quedaba pegada a mis manos cada vez que intentaba limpiar tal macabra escena.
Me resultaba morboso,el verla tirada en aquel suelo teñido de rojo,era tan simple el quitar una vida tan noble.
Saber que tan solo hacia diez minutos ha había besado y había reido con ella.
Es frustrante intentar quitar las manchas,el tiempo pasa y me voy dando cuenta de que algo me estorba.
Esa crepulenta figura de torso semidesnudo,cabeza ensangrentada y brazos moribundos.
Intentaba mantener una mirada fija hacia el televisor ayudado por una copa de whiskie,pero siempre acavaba mirándola y me hacia daño el verla alli tendida sin ánimo de no levantarse jamás.
Que hago yo ahora con treinta y dos kilos de huesos ligamenos y células muertas,no me sirve de nada matar si solo sacio mi instinto homicida.
Las sábanas deshechas con restos de pelos encrespados se mezclaban con un olor a humanida,fjulos y demas historias.
Me daban arcadas cada vez que me acercaba,me tropezaba con un ambiente tan muerto y tan obsceno.
Sus bragas estaban tiradas cerca suyo,sus piernas estaban tiesas,de una forma acurrucada.
Daba la impresión de que hubiera muerto a merced de un Dios,ya que la resistencia fue sustituida por la posesa sorpresa.
El melodramático y simple fin se hallaba a dos metros de distancia.
Estaba alli,expuesta a la destrucción biológica de todo su cuerpo,su descomposición temprana.
Como ella tan bella en vida pudiera ser tan horrenda muerta,era una decepción para mi.
Mi muñeca,mi juego erótico,habían terminado y todo dio paso a ver una sola salida,dar el salto final por aquel ventanal de vidrios y tapaban la luz y me enfermaban.
Un salto hacia lo desconocido,juntándome con todo mi pasado,o pasar a formar parte de la nada.