Me aquejo todo el día una insatisfacción por todo lo hasta ahora conocido, una insatisfacción que solo ha sentido quien se ha dolido por la soledad y el vacío... de repente... una punzada de dolor... ¿una alucinación?... un terror sobrecogió mi corazón... deje de respirar... el vacío tan temido se convertía de una amenaza en una realidad. El frío me quemaba por dentro paralizando cada sensación de mi cuerpo y se llevaba todo rastro de cordura...
Desaparecía y me convertía en oscuridad... la penumbra me tragaba... un hoyo negro por el que drenaba la vida convirtiéndose en un hilo menguante... más allá, una naturaleza fuera de la comprensión se aferraba a continuar deteniéndome en el pasillo del limbo...me ahogaba adentro de ese útero, frío, denso que paralizaba e iba arrebatándome toda esperanza... de repente, una voz... una fuerza externa llamaba a su encuentro.
Mi voz se ahogaba - ¡Auxilio!, ¡sáquenme de aquí!, ¡sálvenme! ¡voy a morir!- Silencio exterior, mi alma se desgarraba ante su eco...
No, no, no tiene que ser así –¡Malditos, no me abandonen aquí!- y ante el conjuro de la maldición el calor regresaba a oleadas... un pequeño mar de fuego interior...la rabia, la fuerza, la declaración ¡No voy a morir!... y de las tinieblas... una serpiente abrió sus fauces, despiadada y a la vez indiferente solo me trago.
Lento reptil satisfecho se arrastro en una selva húmeda. En la digestión de este animal sentí como iba fundiéndome, mi cuerpo se derretía sin luchar, iba tomando la forma de este esqueleto reptante, de esta carne fría, de esta piel húmeda y al abrir mis ojos, no veía más... solo podía sentir, intuir con la lengua...cada cambio, cada presencia, viendo todo lo que integraba esta mágica selva de la que formaba parte...
La excitación más deliciosa, cada milímetro de estas escamas pueden saber... todo esta comprendido... no falta nada...silente por la vida en la plenitud de las sensaciones...
De repente algo cambia, mi piel va perdiendo flexibilidad, se rigidiza, es tan doloroso moverse, pero un ruido semejante a un grito surge de mis entrañas anunciando lo inminente... esta piel es demasiado estrecha para los sueños milenarios que esconde una sabia serpiente...
Una mujer construida de piel, huesos y carne humana, con alma de luna, sentidos de tierra y sabiduría de reptil, nace de la piel muerta e inerte... se mueve, lucha desprendiéndose del pasado, reclamando la vida, tomando aire como alimento, exhalando para probar su nueva voz....
De repente el grito femenino se apaga en el silencio... un hombre yace en el piso... la muerte en su masculinidad solo reclama morar en lo que desea...
250104
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