¿Que porqué estoy sola? No estoy sola, vivo con mi madre, y en el edificio vive mucha gente. Se fue aquel hombre tímido e interesante que era torero antes de perder la pierna, me caía muy bien, creo que hasta lo extrañaré. Llegó al edificio una pareja de italianos, parecen buenas personas, rentarán el departamento que dejó don Luciano, el torero, en fin, no estoy sola.
Entonces, ¿a qué te refieres? ¿Porqué nunca me casé? Desde siempre mi destino ha sido la perpetua doncellez, ningún hombre ha cumplido con mis expectativas y creo que yo tampoco he cumplido con las de alguno. ¿Novios? Sí, he tenido varios, cinco exactamente en toda mi lúgubre vida.
Sí, estuve a punto de casarme con uno, Carlos, Carlos... el olor a café y a tabaco. Yo no sé qué tenemos las mujeres, cada hombre que nos empalaga el oído lo tomamos como el hombre-de-mi-vida y al final nos damos cuenta de que nadie lo es, la vida es algo-más que unos pantalones, lástima que no he tenido el placer de conocer a “algo más”. ¿Quieres saber por qué? Te quedarás con las ganas, la razón de mi no-boda es un secreto con el que me he de morir.
¿A mi edad? ¿A mis 38 años? No, lo dudo mucho, ya no estoy en condiciones de buscar una pareja. Yo ya estoy para que me encuentren, y aunque sucediera, ya me dan flojera los comienzos. Además, no me gustan los hombres que tratan de tener una respuesta a todas mis interrogantes, no he encontrado a alguien que no le dé miedo decir “no sé”, no hay nadie que se quiera hundir conmigo en la duda. ¿Masoquista? Si fuera masoquista en este momento estaría casada con Carlos.
¿Felipe? Es sólo mi amigo, nos conocemos desde hace 20 años. No, nunca lo he considerado como una posible pareja, ni siquiera cuando lo conocí.
Bueno, fue un placer platicar contigo, me tengo que ir, mi madre me espera. Por cierto, el sábado es su cumpleaños, le haré una cena... ¿qué? ¿una última pregunta? Eres muy preguntona. Está bien. Adelante.
¿El Príncipe Azul? Claro que creo en él, estoy segura de que existe, o dejo de llamarme Margarita. Es más, tengo el mío, es Felipe, tiene lo que toda mujer busca: es cariñoso, comprensivo, sensible, no es machista. ¿O no es eso lo que toda mujer busca hoy en día?
¿Cómo saber si estás ante un ejemplar? Bueno. Al “Príncipe Azul” le gustan las mismas películas que a ti, así que nunca discutirás con él sobre qué película ver. Se inscribe y va contigo a tu clase de danza, baila muy bien y le encanta ir a fiestas contigo. Le caen bien tus amigas, todas las mujeres de tu familia lo adoran, te acompaña a todas las reuniones familiares, no le gusta el futbol, no fuma y no toma. Ahora sí me retiro, se me hace tarde, te espero el sábado a cenar, adiós. Ah!, y es gay.
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