Ayer vi como un zancudo se ahogaba en una de mis lágrimas
Y cómo una pestaña había sido ahorcada por el edema de mis párpados.
Ayer
Mi esternón se partió en dos
Inmóvil yacerá la antigua osificación
Hasta que cicatrice amórficas
Menos insensibles.
Aquél fue el día de las mil maldiciones
Los demonios me mordían los intestinos
Y las brujas clavaron sus uñas en mis labios.
Grité entre mis costillas
En coro con mi bazo.
Sangraron los dedos de mis sueños
Los pétalos de mis pupilas se marchitaron
Las piernas de una palpitación flaquearon
Caían los huesos
La piel chamuscada
Entre rasguños y mordiscos
Cree un monstruo con mi nariz,
La antítesis de mi yo
La abominación de mi credo
Y el vomitivo de mi orgullo.
Cansada,
Pegué su imagen en el dorso de la puerta
Le escupí mi nombre
Y con tan glorioso bautizo,
Lo dejé desnudo
En las manos de mil sicarios.
Texto agregado el 22-09-2007, y leído por 253
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
02-05-2008
kaia, tenia tiempo sin leer un poema oscuro, me es muy familiar, un poema maldito... te felicito por lograr plasmar de tal manera tus sentimientos
sacramentum
22-09-2007
poemas que abren las carnes mrbl
22-09-2007
...cruel venganza jeje...acaso mis estrellas iluminen tamaña abiminacion?...Un beso. oZZy_
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login