Night and day
Sí, night and day contigo, siempre. No hables ahora, ahora es sólo night and day. Escucha, abre bien las orejas. Y el corazón. Tendrás que hacer un gran esfuerzo, ya lo sé, pero merece la pena.
Tú y yo juntos somos night and day. Somos night and day al levantarnos y mientras nos cepillamos los diente. Mientras tomamos nuestro café y mientras hacemos el amor. Night and day, así somos.
Te espero, siempre te espero. Y cuando te espero soy night and day. Y cuando apareces se me ilumina todo por dentro y soy night and day también. Siempre ella. Siempre Billy. Siempre tú.
¿Sabes cuando vamos a pasearnos por el parque y nos damos la mano? ¿Sabes cuando corremos para coger la guagua? ¿Sabes cuando discutimos por alguna tontería o por alguna cosa grave? ¿Sabes cuando nos ponemos a fumar mirando la calle? Pues somos, amor mío, night and day. Y cuando recogemos juntos la ropa de las liñas, y cuando preparas tus espaguetis con nata y yo te miro, y cuando viene tu madre y tu empiezas con tus contorsiones y equilibrismos. Night and day, night and day.
Yo te llevo siempre en mi pensamiento, no sales de allí ni a la fuerza. Vamos siempre los cuatro de la mano. Ella, Billy, tú y yo, y todos juntos vamos pasando la vida.
Amor, este discurso absurdo es también night and day, pero menos bello. Así es, amado, a la fuerza menos bello. Sin embargo, te lo ofrezco, porque en todo momento he querido que fuera como nosotros, como lo nuestro: night and day.
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