Hoy me desperté producto de la sirena, esa sirena que anuncia que perdiste la mitad del día, acostada en tu cama sin haber realizado nada productivo por la vida. Sin embargo mi vida es así es vacía e improductiva, y tontamente no había notado cuan vacía era hasta ahora. Algo comprendía pero no sabía como materializar aquello. Hasta que finalmente lo encontré. Estoy metida en un pozo, ¡si en un pozo! Pero no en uno cualquiera, uno muy amplio que contiene ciertas cosas adentro, pero no hay como salir de el, escalarlo es imposible, ya que con cada pisada se descalabra. Solo tengo un consuelo, cuando dejo mi imaginación volar, este pozo se llena de un éter en el que salgo a flote y casi vislumbro fuera de mi martirio y aquella superficie desconocida.
Lamentablemente la realidad tapo mi pozo, ahogándome en mi medicina. Y ahora, y para siempre floto sin vida en la profundidad de mis arcaicas memorias.