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“MURDUCHU”(canto del mar)

El negro cielo se encontraba estrellado y la luna iluminaba la cristalina superficie.
La proa estaba desierta y sólo se escuchaban sus pasos que paseaban por la superficie de madera. De un lado a otro, su mente no descansaba, todavía no podía concebir, que después de un mes de viaje sus ojos no las hubieran contemplado....su historia estaba inconclusa....su creatividad se había desvanecido.....
Decidió despejar su mente. Y sus pies lo condujeron fuera del barco hasta las empedradas callecillas del sur de Francia. Junto con sus pasos, su mente se dejó llevar por la brisa del mediterráneo.....Su único deseo, (además del que lo había llevado a viajar por tanto tiempo) era encontrar un lugar donde sentarse, una mesa para desplegar sus apuntes y un trago, para aclarar su garganta.....o tal vez su cabeza. La estancia apenas estaba iluminada, las velas cubiertas de un papel trasparente azul le daba la sensación de encontrarse en el fondo del mar....el dulce aroma que llegaba de la cocina .....el elixir que resbalaba por su boca......todo conspiraba para hacerle creer que era un sueño, mientras sus ojos repasaban las últimas escrituras que había hecho antes que la inspiración lo dejara en altamar......De repente, su imaginación se vio inundada de dulces acordes, su espíritu comenzó a flotar al compás de una melodía que empezaba. Alzó sus ojos para ver de donde provenía tal canto.....y he aquí que sus negras pupilas absorbieron la hermosura de una mujer.....¡nunca en su vida había visto tal belleza!.....su vestido de verdes lentejuelas hacía juego con sus brillantes ojos.....sus rojos cabellos flotaban al compás de la música.....sus delicadas manos acariciaban el micrófono que amplificaba las notas que emitía su roja boca...... Si Debussy habría estado ahí, no hubiera creído que él era el compositor de ese canto, porque no hubiera imaginado que podía alcanzar tal perfección....
Hipnotizado, dejó sus papeles revueltos en la mesa, se paró y caminó hacia ella. Por primera vez, el escritor, se había quedado sin palabras, cuando William se acercó a la encantadora Selkie, quien después de cantar se había acercado a la barra para descansar....
Un minuto.....dos minutos....cinco minutos....William admira unos perplejos ojos verdes......siete minutos.....diez minutos......transformados en una mirada de compasión, los ojos, por fin vieron un cambio....William se aclaró la garganta.:
- William.....mi nombre.....yo, escritor.......perdón......
- Selkie - dijeron los rojos labios con una sonrisa.
- S-e-l-k-i-e......Bien......ahora sí - dijo mientras remecía su cabeza nublada- perdóname, yo soy William y quiero felicitarte por tu voz.- Por fin, había podido armar frases coherentes y de ahí en adelante, como buen escritor, las palabras, simplemente, fluían.
Las horas de la noche pasaron sin que se dieran cuenta. Toda la vida de William se desplegó ante los ojos de Selkie, pero sólo unos pequeños fragmentos de la vida de la joven pasaron por la deslumbrada imaginación de William.....mares distantes lo llevaron a tierras inimaginables, nuevas civilizaciones con otras costumbres, pueblos indígenas, tierras perpetuamente nevadas, floridos campos y arenosos desiertos....Selkie parecía conocer el mundo entero a los ojos del joven; pero de su vida personal nada decía, por eso, William, supuso que ella se encontraba allí y conocía tantos lugares por su profesión de cantante, que la hacía viajar a muchas partes del mundo, para ganar el sustento que no ganaba en el pequeño pueblo de Irlanda donde había nacido.
En una sola noche, Wiliam, no hubiera podido saciar su sed de conocer mundos lejanos, ni de admirar la perfección de la belleza, que en Selkie encontraba una rica fuente. Y en contra de su voluntad debió volver a su barco......pero, como el sol, su corazón empezaba a despuntar los primeros rayos sobre la oscuridad de su confusión y se iluminaba al recordar cada uno de los momentos vividos. Y por su corazón exaltado, el sueño, no pudo reconciliar y sólo pensaba en cuando la volvería a ver...
A la mañana siguiente, sus pasos inconscientes, lo llevaron al bar de la noche anterior, esperando encontrar ahí a su musa. Entró a la estancia que ahora se hallaba iluminada por el sol y el aspecto de mar profundo, se había ido. Recorrió con sus ojos el lugar, encontrando sólo la figura de un hombre encorvado en la tabla del bar y con aspecto andrajoso. La barba le caía hasta el pecho y se remojaba en el alcohol que se encontraba derramado en la mesa; sus ojos, bien abiertos, vagabundeaban por el escenario que se encontraba vacío; sus ropas o lo que quedaban de ellas, eran de color azul marino con bordes antiguamente dorados, que ahora se veían café. Parecía como si la Miseria misma se hubiera apoderado de su cuerpo y de su alma, y faltaba poco para convertirse en un conjunto de huesos en descomposición.
Al ver, el viejo a William, levantó pesadamente una mano, mientras que con la otra sujetaba el vaso de wisky escocés, intentando hacerle entender que lo acompañara a tomar con él. Se acercó, entonces, el joven escritor al anciano vagabundo y pidió una cerveza de malta al cantinero.
- yo.... te he visto......en el bar......antes- le dijo el hombre a William, haciendo casi un esfuerzo mental.
- ayer seguramente.....pero, yo no lo vi a usted.....- respondió, mientras pensaba en las personas que había visto ayer en el bar, pero sólo pudo ver la imagen de Selkie y el resto del bar vacío.
- ayer.........mmm.......ayer no viste a nadie.......sólo a ella- tomó un trago como para pasar un gusto amargo y dulce a la vez- sólo a ella, en el escenario.......¡¡Aahhh perdición!!!.
- ¿Sólo a ella?- dijo, imitando la frase del viejo- ¿a Selkie?
- ¡Selkie! –exaltado exclamó- sí, sólo a ella.......se apodera de tu atención.....
- ....cuando canta...-suspiró mientras le completaba la frase al vagabundo. Pero, al escuchar esto, el viejo dio un salto y clavó fijamente sus locos ojos en los de William y asiéndolo del brazo de forma repentina y con fuerza, le gritó:
- ¡NO!, ¡Cuidado!!!
- ¿Cuidado de qué?, ¿Por qué?- preguntó William, ya atemorizado del cambio rápido del hombre.
- Selkie.....Selkie.....he pisado tantos puertos...he visto tantos mundos......- poco a poco su voz se fue opacando y se convirtió en un débil lamento- OH, mujer..... llevó siguiéndote desde Irlanda,.....he tomado tantas copas en tantos diferentes bares a tu salud.......¡OH Selkie, perdición!!...........¡MÍRAME!- le gritó de repente, abriendo los ojos en toda su extensión- ¡ESCÚCHAME!......¡ella te llevará a lo más profundo del abismo!.....debes huir lejos......lejos de ella......de sus ojos.....de su boca.....de su voz......su voz.......ozzzzzz....- Y de un momento a otro, el borracho anciano se había quedado dormido, derramando su vaso de wisky.
De este encuentro, la mente bloqueada del joven escritor, no pudo sacar conclusión alguna, en cierta manera, entendía que el viejo le había advertido sobre estar cerca de la joven, pero él no lograba entender por qué. ¿Cómo una mujer tan maravillosa como ella podía causar mal alguno? ¿Cómo sus realidades paralelas, que eran sus cuentos, promesas de conocimiento para William, podrían imprimir en su espíritu algo negativo? ¿Cómo esos ojos, verde profundo; esos labios de cereza; ese largo y ondulado pelo rojo con toques de oro y cielo; y esa dulce y armoniosa voz, podrían hundir a William en el abismo, siendo que ellos, le había iluminado el camino que se había oscurecido en los últimos días? No, no lograba descifrar el enigma y como si estuviera en frente de una esfinge, con un acertijo en la mente y el temor de ser comido, aumentó la angustia que se había generado al no ver a Selkie en el bar, lo cual hacía que sus ansias por admirarla de cerca crecieran aún más. Y con un impulso, fruto de su deliberación, se subió al escenario, pasó a través de la cortina y llegó hasta una puerta que tenía una inscripción en la que se leía: “Camerino Artistas”. Para su alma impetuosa, la puerta no fue un impedimento y la abrió sin tocar, y he aquí que todo su espíritu se calmó, cuando vio el reflejo de Selkie en el espejo y a ella sentada en frente, de espaldas a él, peinando su largo e incandescente cabello....Los ojos del muchacho se concentraron en cómo la mano subía y bajaba, dejando surcos entre el fuego.....hipnotizado estaba, cuando escuchó una voz a lo lejos que lo despertó:
- ¡William! ¡William!!, ¿qué haces aquí?, no puedes estar aquí....no puedes entrar así y verme cuando quieras...
- Perdón, perdón –dijo mientras remecía su cabeza y miraba fijamente los ojos de la muchacha.- eemmm.....no fue mi intención.....es que quería verte.....tenía que verte...
- Bueno, ya me has visto ahora vete y déjame estar sola.
William dejó, entonces, el camerino con el corazón hinchado y a la vez nostálgico de ella, aunque la había visto recién, sentía como si hubieran pasado muchos siglos separados.
Ya la noche había caído y las estrellas empezaban a brillar. William se hallaba afuera del bar mirando el mar y recordando sus días en altamar, volviendo su corazón a su antigua frustración, de no haber podido ver a ninguna de ellas allá en el horizonte marino del mediterráneo, después de haber pasado casi una vida entera leyendo sus historias, sobre sus encuentros con los hombres, aquellas doncellas del mar...después de tantos siglos de testigos, él no se había convertido en uno y eso le angustiaba......Mientras su cabeza se llenaba de estas cavilaciones, el canto que antes lo había sacado de ellas, lo interrumpió, e inmediatamente, sabiendo de qué se trataba, entró al bar, que nuevamente daba una apariencia de profundidad marina.
Nuevamente, pero como si fuera la primera vez, su cuerpo se vio inundado de una sublime melodía.....era Selkie que cantaba....William sentía como los ojos de la joven se posaban en los suyos atrayéndolo hacía ella.....pero de repente, sus ojos dejaron de mirarle y él, asustado de perder su encanto, miró hacia todas direcciones, tratando de ver qué estaba mirando........¡OH, no! No era un qué miraba, sino un quién....Los verdes ojos de Selkie, ahora estaban clavados en las pupilas de un joven marino, que poco a poco se acercaba al escenario! Y para horror de William, el joven no era prudente y atraído por la belleza insuperable de la cantante, se había acercado de tal manera que ¡ahora le besaba la mano que Selkie le había dado!!...-¡OH no!, ¡OH no!, ella y otro hombre, otro que no soy yo, ¡OH Selkie!-pensaba exaltado William-¡NO! ¡Tú eres mía!- gritó su alma desesperada. E inmediatamente saltó arriba del escenario, la tomó de la mano y se la llevó al camerino en un solo impulso.
- ¡William!!, ¡¿Qué crees que haces?!
- ¡Te alejo de ese hombre que te quiere robar!!
- ¿robar?- dijo Selkie soltando una carcajada- ¿de qué hablas?
- Quizás tu no te diste cuenta, pero yo, que conozco a los hombres, lo vi claramente en su mirada.....¡y qué se cree de besarte la mano!! ¡Y tú qué hacías mirándolo!!
- William, no sabes lo que estás hablando...-dijo poniéndose seria y tratando de calmarlo.
- ¡Si sé de lo que hablo! ¡Tú lo estabas mirando y el te besó la mano, la mano que sólo yo puedo besar!! ¡Y sé muy bien de lo que hablo!
- No, no lo sabes- le dijo mientras lo sentaba en la silla.-Mira William, haz estado conmigo un día solamente y no puedes pretender conocerme....nadie me conoce lo suficiente como para decirme que es lo que debo hacer y qué quieren hacer los hombres, a quien yo elijo mirar, conmigo.- dijo seriamente.
- Pero, Selkie....
- Pero, nada.
- Selkie, escúchame, yo te amo y quiero estar contigo por toda la eternidad-le dijo William mucho más calmado.
- No, no me amas.- respondió determinada, mirando fijamente a los ojos de William- yo NO soy mujer de un solo hombre-continuó suavemente- y tu no puedes amarme, lo que sientes es sólo algo pasajero.
- ¿Cómo podrías saberlo? Y yo sé que tu también me amas.
- Entiende, William, lo sé.....y no te amo.
Que más podría decir, con eso quedaba bastante claro para la razón, pero no para el corazón. Sin embargo, no pudo seguir luchando para convencerla de lo contrario, ya que en ese instante el dueño del local había entrado al camerino y Selkie se había ido, dejando al pobre escritor sumido en una lucha interna, donde debatían su corazón y su razón.....
Esperando un poco de paz, aunque fuera sólo externa, el joven salió por la puerta trasera del local......la luna ya no iluminaba las empedradas calles de ese pueblo francés, que hace un día había sido totalmente desconocido.....las estrellas habían desaparecido del firmamento y ahora una nubes lo cubrían......la brisa mediterránea volaba entre el pelo del joven contrariado, quien llevado por ese deseo de paz, ahora se dirigía a su camarote del barco.....
A la mañana siguiente, se despertó sobresaltado, era su corazón que le decía que había ganado la pelea; por lo que se levantó rápidamente y corrió hacia el bar...
Como la mañana anterior, se hallaba iluminado por el sol, pero el ambiente no estaba puro, sino atormentado, intranquilo y nostálgico..... William, se acercó a la barra que ahora yacía desierta, el anciano vagabundo ya no bebía ni dormitaba, simplemente, no estaba....El cantinero, tampoco servía tragos a los que “tomaban el desayuno” en la tabla del bar......El escenario también estaba vacío, el micrófono estaba puesto en el centro como la noche anterior, pero no había nadie que lo tomara entre sus manos queriendo amplificar sus acordes.....Pasó, a través de las cortinas azules y se dirigió hacia el camerino...tocó....nadie respondió....abrió la puerta....¡OH no!, ¡Pero a nadie vio!, La silla no sujetaba cuerpo alguno, el espejo no reflejaba rostro alguno y la peineta, ¡OH, la peineta!, No cepillaba el incandescente pelo de Selkie!....también el camerino estaba desierto....
No podía ser, tenía que estar en algún lado.....no comprendía que ella hubiera desaparecido de la noche a la mañana.....Volvió entonces, al bar para ver si el cantinero le podía decir algo sobre el paradero de Selkie.
- No amigo, no la he visto.....me levanté en la mañana y descubrí que ya no estaba, ni una nota me dejó, sólo se fue y el viejo con ella...
- ¿Estás seguro?, ¿No estará en el pueblo....?
- Estoy completamente seguro, se ha ido y no dejó nada.....ni siquiera un poco de su voz.....- dijo con la mirada perdida y su rostro entristecido.
William, sin poder creer lo sucedido, se sentó en el bar con estado de shock. El cantinero, viéndolo así, le ofreció una copa, pero el joven escritor ávido de conocimiento, no sólo aceptó el trago, sino la botella entera.......sólo quería callar la voz que exclamaba en su cabeza.- ¿Selkie se ha ido?.....¡sí, se ha ido, y para siempre!!..... no puede ser..... como me dejó, aquí, solo, ¡sin avisarme!...... y yo que creía que la había ganado para siempre, que me acompañaría toda la vida, con su canto ¡OH, su voz y su eterna sabiduría!!!... –Boom, boom, boom....su cabeza latía con fuerza....boom, boom, boom.....su corazón gritaba.....¡vuelve, vuelve!......boom, boom, boom.....sus pasos andaban al compás por las calles del pueblo......boom, boom, boom......tanto le había enseñado......boom, boom, boom.....y quedaba tanto más por aprender......boom, boom, boom.....su única posesión........boom, boom, boom....hacían sus pasos mientras subían la escalera del barco......boom, boom, boom.......su corazón gritaba......boom, boom, boom.....¡OH, su belleza!!.......¡OH, su voz!....¡su voz se había ido para siempre!!......pero, ¿cómo?¿Qué estoy escuchando?....¡es ella!....- sus oídos no entendían más que su razón, sin embargo escuchaba la voz de Selkie que cantaba. Recorrió el barco de popa a proa.....y la encontró......la luna iluminaba su cara reflejada.......William escuchaba su voz claramente.....-boom, boom, boom....¡la encontré!....¡volvió a mí!......¡está ahí!.....¡la puedo ver!.....¡está en el mar!-ya no le importaba si la voz salía del mar o de su cabeza, había encontrado lo que estaba buscando y no podía vivir sin su sirena.....y sólo anhelaba estar nuevamente a su lado, eternamente......y ¡BOOM! Saltó.


“Una sirena encontró a un muchacho
y para ella lo tomó.
Apretó su cuerpo contra el suyo,
riendo
se zambulló
olvidando en cruel felicidad
que aún los amantes se ahogan.”
William Butler Yeats





Texto agregado el 22-03-2004, y leído por 203 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
16-08-2004 hermanita, aqui tengo muy poco espacio pa decirte todo lo q paso por mi cabeza mientras lo leia. las palabras quedan cortas y su significado no alcanza para describir las emociones vividas. Cndo te vea te doy mi impresion. como dice gael11...muchas felicidades, sigue escribiendo porque lo haces increible andres_hasreck
22-03-2004 Definitivamente lo mejor que he leido hasta ahora en esta pagina. Animate. Es muy buneo. no se porque me senti muy identificado, ademas, entendi completamente lo que quisiste transmitir con esta historia. Casi pude saborear los paisajes dibujados en la mente de tu protagonista. Y esa cita al final le da un toque de mucha clase a lo Edgar allan Poe. Muchas felicidades. gael11
 
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