Aquí
Los gritos de dolor se confunden con los de la locura
Los fluidos se expelen
Trepan las paredes
Y se adhieren al moho de las rejillas.

Aquí
El miedo se incorpora
Como un tumor maligno;
Se expande por los corredores
Llega a la puerta principal
Y exhala sus muertes
Con un quejido epocoso.

Aquí
Viven espantos y espantados;
Las alucinaciones fornican con la muerte
Y la vida es solo un mal chiste,
Una fase en extinción.

Aquí
Las arterias se llenan de solución salina,
Los cuerpos desayunan dextrosa
Y orinan por sondas rígidas
Maquinarias prostáticas
Devotas de uretras.

Aquí
El frio es socio de los desnutridos
Y el calor es un obeso
Que cae sudoroso
Sobre la superficie de una piel
Olvidada por otras pieles,
Extraviada de afecto.

Aquí solo se ríe
Cuando no se piensa
Y se llora de costumbre
Como una entidad solemne
De quejidos ambulantes.

Aquí
Pieles
Hígados
y cerebros
Lloran en unísono fortuito
De deslealtad maloliente
A una vida sin atajos,
Y dolores oportunistas.



Y justo aquí

Cuando alguno muere

... Como hoy

Los que quedamos enfermos

¡Nos ponemos en guardia!.