Esta mañana me encontré una vaquita.
Parecía que me miraba y me invitaba a algo con su guiño de ojo oscuro de noche. Pensé que era por el color vivo de mi camisa. Pero en realidad creo que husmeaba en el color vivo de mi mirada. No podía ocultarlo. Todas sus amigas vaquitas también se dieron cuenta.
Esta mañana te pensé mucho y creo que te estaba rumiando.
Texto agregado el 22-03-2004, y leído por 194
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