En mi vida desde pequeño siempre me han fascinado las mujeres, mientras compañeros de juegos veían en ellas no mas allá de un niño torpe en fútbol y demasiado sensible para recibir un golpe sin intención, yo siempre las he mirado distinto no se porque pero las mujeres tienen algo especial en su forma de pensar y de sentir; creo que todos en algún momento hemos notado esa manera de ver las cosas y de sentir.
Siempre he oído el tópico de que las mujeres son complicadas y de que nunca las vamos a entender, pero nunca nos paramos a pensar si realmente queremos entenderlas y saber sus mecanismos internos, algo que aunque sea costoso es posible al igual que las mujeres cuando pasan años con nosotros, saben cosas que hasta nosotros desconocíamos que supieran, en una sociedad que aboga por el distanciamiento de hombres y mujeres en lo fundamental, que promueve lo banal no es de extrañar que cada día sepamos menos uno del otro y hagamos todo como mecanismos bien engrasados. El romanticismo ese amigo olvidado en el ropero ha dejado paso a conversaciones sin sentido, repetitivas y sin llegar a lo que de verdad importa la persona que hay dentro tanto en hombres como mujeres, todo es superficialidad y apariencia como si todos fuéramos vendedores de mentiras bien ensayadas. Para terminar y como conclusión final pienso que deberíamos hacer una mirada hacia nuestro propio yo y darnos cuenta de que sea con el mismo sexo o con el opuesto hay que tener empatía, respeto y nunca olvidar que el amor no es un juego de mentiras sino un resultado de la sinceridad.