Donde están mis modales… aun no me he presentado: Mi nombre es Sergio Echeverría y por lo que me he dado cuenta (probablemente tú también te has dado cuenta) estoy loco. Todo estaba bien hasta que llegaron los doctores a mi vida, ellos fueron los que me enloquecieron… ¿No me crees? Lo sé por como me miras. Pues déjame decirte algo maldita: yo estaba muy bien y llevaba una maldita vida perfecta hasta que esos imbéciles entrometidos llegaron… Me hiciste perder la compostura, no me gusta cuando eso pasa. Al fin y al cabo lo que nos diferencia de los animales y de los salvajes es nuestra compostura, nuestra calma, nuestra capacidad de racionar incluso en los momentos más difíciles. Pero de todos modos veo en tus ojos que me empiezas a creer. ¿O es solo que quieres saber que pasó? Dicen que la curiosidad mató al gato. Supongo que aun así con curiosidad o sin ella esta gatita se va a morir, así que no veo problema alguno en contarte lo que pasó…
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La verdad no me caes tan bien, gatita. No sé si me caes mal, pero te puedo decir que no me caes tan bien… Es tu mirada. En los primeros días me veías con miedo, con ojos llorosos y suplicantes. Eso me gustaba. Ahora simplemente me miras. No es altanería, eso lo sé, pero esa falta de expresión de tus ojos oculta algo. ¿Qué ocultas? Así pudieras hablar no me lo dirías, ¿verdad? Eres como ellos puta, con tus malditos secretos, como si supieras cosas que yo no sé. ¡Deja de mirarme así! ¡CIERRA LOS MALDITOS OJOS!… Otra vez lograste que me exaltara gatita. ¿Acaso te parece divertido? Pues ahora me toca divertirme a mí un rato…
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¿Oyes esa canción? Esa era la música que escuchaba antes. Había días que ponía esta canción a que se repitiera una y otra vez. “El amanecer la aniquiló / contra la pared / dejando las manchas de dolor.” Es una canción hermosa gatita. ¿No te parece? Al Capitán le encantaba. La escuchaba siempre que podía. Volvía locos a mis vecinos con esa canción puesta a todo volumen. Hay personas que no soportan la música triste, así sea la única música que dice algo de verdad. El Capitán lo sabía, siempre lo supo… Antes sabía más cosas que ahora, sabía muchas cosas, pero ahora soy un ignorante. Cuando el Capitán estaba él sabía mucho, yo sabía mucho, pero el Capitán perdió la razón. Se volvió tan loco como yo, y entonces yo me volví aun más loco que antes. Todo eso pasó cuando llegaron esos perros diciendo que querían ayudar.
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Hola gatita, ¿cómo estás? Espero que bien porque quiero que nuestra despedida sea una bastante alegre. Aunque no lo creas te voy a extrañar, así nunca me hayas caído tan bien. Eres la persona con la que más he hablado en los últimos meses, o por lo menos a la que más le he hablado. Y a pesar de las veces en que me llegaste a molestar siempre te recordaré. El Capitán también. Porque por más que el Capitán se haya vuelto loco y ahora crea que es Sergio Echeverría, él nunca olvida. Y yo tampoco olvido, gatita. PORQUE ALGUNA VEZ FUI EL CAPITÁN JAMES HOOK, JUSTO ANTES Y TAMBIÉN JUSTO DESPUÉS DE SER SERGIO ECHEVARRÍA… Adiós gatita. |