Proverbio 5 para loscuentos.net

De la China.

"Antes de querer reformar el mundo, camina tres veces dentro de tu propia casa"

Cuán fácil es criticar a los demás, o mejor dicho ver la paja en ojo ajeno pero no querer ver la viga en el propio. Nos encanta que los demás sigan nuestro ejemplo de comportamiento, como si fuésemos santos que proclaman la verdad a los cuatro vientos. Antes de querer cambiar a los demás, empecemos por cambiar nosotros. ¿Hicimos un análisis de nuestras fallas? ¿Somos celosos, envidiosos, haraganes, o chismosos?, para sólo citar unas poquísimas faltas. ¡Pero nooooo, celosos no somos, si te pregunto donde estuviste o con quien te encontraste o que hiciste, es solamente porque me interesa tu persona! Tampoco somos envidiosos, cuando nos quejamos que nuestro vecino tiene una casa más grande que la nuestra y un coche último modelo, no pensamos que ese mismo vecino trabaja 14 horas por día, mientras que nosotros como empleados salimos tan pronto el reloj marca la hora, y después a casita a mirar la TV y tomar cerveza. Y haragán tampoco soy. ¿Pero porque voy a trabajar más si no me pagan lo que valgo en mi trabajo? ¿Y chismoso? Válgame Dios, chismoso es fulano que me cuenta todo lo que oyó por ahí, y yo que puedo hacer, ya por educación tengo que oír sus comentarios. Y si los sigo contando es para que los demás se enteren lo que pasa en su vecindario. Es obligación que los vecinos se apoyen. Por lo tanto, siempre tenemos una excusa a mano para justificar nuestras palabras o hechos, pero le cortamos la cabeza a cualquiera que osa decir o hacer lo mismo.