Mis alas te abrazan,
Cuando mis garras se hinchan en tu espalda
Puedo sentir tus senos
En mí acorazado pecho.

Tu cabello no a perdido su delicioso ver,
Pero se han enfriado tus labios
Y tus ojos no los veo por lágrimas gelatinosas
Que se adhieren como diciéndome algo.

No as dejado de ser hermosa
Mucho menos mi princesa de ficción
Tampoco he dejado yo de ser tu demonio guardián…

Mientras me agusano, el cuerpo sigue tuyo
En aura encadenada a tu piel de escarcha,
Pausando los minutos para escuchar tu voz
Para destruirme miles de meteoros mas.

Siendo a tu lado el vicario
Que avergüenza y deshonra a la noche
Cuando no puedo siquiera clavarte la espada,
Cuando tiene miedo de ver tus ojos y mirarse perdido,
De tocar tus labios y ver que no sientes nada…