Princesa Nocturna

Eh aquí la historia, de una bella mujer, con mirada como la noche, cuando la luna llena canta sus canciones, y esas historias frías de Duendes, hadas, elfos y arpías, No, ella no les tenía miedo, ella era la mujer que todo hombre apreciaba, la princesa que de noche. Que no soñaba en encontrara en su jardín a un príncipe, ni aun sapo, tal vez un Duende, un Hada ,un elfo. Ella era la figura de la noche convertida en música y poesía, la mujer casi perfecta, la dueña de sus momentos, y de su vida.

Sola caminaba por el bosque, no sentía frió, solo observaba la luna y escuchar a los lobos aullar, no solo escuchaba ese sonido que todos oyen, en el sonido de sus voces escuchaba la poesía de la noche cantando a la luna, siendo con ella una, y amando la soledad de esos lobos que comían de su mano y a los que ella no temía. ... Se sentaba en la roca de un risco, balanceando sus piernas en la orilla, miraba a lo lejos como la luna se ocultaba y como la daga de su pecho poco a poco se hundía. Jugaba con los lobos y ella los amaba, admiraba su belleza y su pelaje sus patas cubiertas con lodo que recorrían su piel desnuda, ávida como su joven rostro, bella de sus pies a su pelo, Hermosa, majestuosa, mujer divina q inspiraba a cantar a los lobos sus hermosas poesías...

Durante el Día ella era una mujer como cualquiera, salía de su casa, muy temprano por la mañana, y en el ruido de la ciudad, la gente, los hombres que la miraban, no encontraba la calma, que tanto deseaba. Le ardían los ojos por el humo, las manos y la piel de sentirse aprisionada entre tanta gente, pero ella no lo mencionaba, solo caminaba y esperaba la noche como una daga cuando espera ser enterrada...

Llegando a su destino lo primero q veía era la gente con la que todos los días convivía, recibía halagos, flores, dulces, regalos, a los que sin interés ella agradecía, Se sentaba en su lugar de siempre a esperar que el tiempo transcurriera viendo miradas dirigidas a ella, Definitivamente no era feliz con esos sucesos, ella buscaba algo mas, necesitaba encontrarse ella misma pero ¿como hacerlo entre tanta gente?.

Había encontrado en sus sueños, las maravillas de la naturaleza, en los libros de poemas las palabras perfectas que la descubrían, definitivamente no era una esclava de la moda, ni dueña del mundo, al menos no del mundo de los hombres, pero si dueña de su propio mundo y sus emociones, su soledad la acompañaba y solo esperaba que un lobo la recogiera de los sueños, y la llevara lejos...

Y esperaba la noche, donde volvía a ser princesa nocturna, donde podía volar con sus propias alas, acariciando el viento en su cara, siempre bella, bella como la noche, como esos seres que en silencio y solo en sueños la miraban, y en el espejo solo miraba, sus recuerdos perdidos en la arena, y sus ojos cubiertos de mantos de estrellas que la invitaban a dormir y soñar con ese paisaje, donde se sentaba por las noches a escuchar los lobos cantarle a la luna, y acariciar su lomo quedándose acostada a lado de uno, cubriéndola del frió de la noche, y alimentando sus mas grandes y maravillosos anhelos.

Y veía la belleza en las cosa mas pequeñas, aquellas que nadie ver, solo ella las miraba y su mundo era casi perfecto, y en las noches ella soñaba y soñaba con él, aparecería un buen día de invierno, esperando abrazarlo fuerte sin temor a equivocarse, dejando atrás a esa gente llena de cosas, y sin vida.. (Pero esa es otra historia)... y así era , Insoportable mente bella....