NINGUNA LA RESPUESTA


Los gettos del inconsciente
saltan las llaves
ensangrentadas de silencios.

Noches sin tregua, árboles, tinta muda
en el estercolero.

Todo es el objeto
en la danza de los hombres,
todo
en los imnóticos acordes
de la nada.

Y buscar el fracaso,
paso tras paso,
es sentir la dignidad
del ser humano.


La belleza
es el reverso
de la belleza.

La mentira
sólo son lamentos
de una verdad que no existe.


Y vivir,
acaso un segundo de alegría,
se disuelve en las horas infinitas.


Busco ser yo,
encuentro vacío.

Grito mi ser,
ninguna la respuesta.

Y perdido en mi propia existencia
con el lazarillo incorruptible
de la pluma
comprendo que fui creado
para luchar
por encontrarme.