Sueño con morir entre tus brazos,
pintar en cada estrella tú retrato,
decirle a Dios, que no hay mejor sueño
que vivir en tu corazón y en tu silencio.
Quiero morir en un ocaso,
cargado de amor, repleto de payasos.
Abandonar mi vida entre tus manos,
escuchando una canción, de Silvio o del Nano.
Quiero morir entre tus brazos
para sentir el perfume, natural y valiente,
que emana de la olvidada simiente.
Quiero morir entre tus brazos,
para reír en el último instante
y sentir como hemos vencido
a la temible y oscura muerte.
Quiero llevarme en mis retinas
la imagen de tu belleza,
encontrarte en un horizonte nuevo
y escuchar, sin cansancios,
tu voz en el eterno universo.
Quiero vivir ese último momento
como el primero de todo lo sentido,
ver en tus ojos el vasto infinito
y divisar en ellos el paraíso prometido.
Quiero irme de este mundo,
buscando el comienzo de otro encuentro.
Esperar que el camino se haga vida,
encontrar tu huella y mí presencia,
en el Alfa y el Omega
en la siembra y en la esencia.
Héctor Hugo Lattuada.
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