°Un cuento con o sin final feliz°
Tuve un sueño, soñé que estaba unida en cuerpo y alma a un hombre netamente espiritual y humano, en donde el éxito venia de la mano del éxito humanitario, hacer y construir al mundo y para alegría del mundo, un hombre que disfrutaba los detalles de la vida, las simplesas, alguien que siempre tenía al llegar una paleta, una flor, una notita de amor o algún detalle en el bolsillo, alguien que olía el café antes de beberlo para compartir con su olfato ese descanso que produce al paladar, un hombre que bailaba sin saber bailar y disfrutaba de la música con los sentidos, amoroso, cariñoso, inteligente y muy guapo, nos recostábamos sobre el cesped como si fuera una alfombra cerca de una fogata, abría una botella de vino y la servía en un par de copas, me daba una después de un beso tierno y brindaba por la vida que llevabamos... tuve ese sueño por once años, soñé esa maravilla once largos años, de los cuales, cinco extrañé su presencia, añoré todos esos momentos que vivimos juntos...ah! esto era un sueño (no podía faltar el sarcasmo)... durante cinco años le pregunté a Dios, al destino, a la vida, al mismo demonio porqué destruyó todo eso, dos de ellos viví encerrada en una habitación de mi casa que pinté de blanco porque quería volverme loca para no despertar, se me fue el hambre, se me fueron las ganas de vivir, me marchité, lentamente, me fui desangrando mientras el corazón me latía con fuerza necesitando de ese hombre, me preguntaba cómo podía haber sido tan feliz, tan plena y de pronto, en un santiamén todo había acabado; entonces apareció un ángel hermoso y lleno de luz que me animó a alimentarme, a salir aún cuando la luz me lastimaba las pupilas, a caminar aún cuando cada paso me dolía, a dejar de ver tan solo el techo y junto a ese ángel, aparecieron poco a poco otros que me dieron una razón para salir de esa habitación.
Durante once años soñé algo que parecía que no existía y existió y después de esos años, reapareció el hombre convertido en un hombre rico y exitoso, con una esposa e hijos, una familia y un nombre en un hermoso caballo, nunca supe porqué volvió o a qué volvió, porqué me buscó a mi y no a alguien mas, no hubo ninguna palabra tan solo un abrazo fuerte, no hubo confesiones ni hubo explicaciones de nada, no lo necesitaba, en su mirada logré ver que el hombre que yo soñé ya no existía, sus ojos tristes y sin magia me confirmaron las pocas frases que se le escaparon, logró todo lo que soñamos juntos, no hubo nada que no pudiera obtener, pero a cambio de eso, la vida le cobró quitándole la humanidad, la frescura, el niño que llevaba dentro, el disfrutar los detalles, la vida, le dió éxito, frialdad e indiferencia... finalmente, la vida, Dios, el destino o el demonio, me respondieron... |