Necesito el frio imaginado de tus manos
el ocaso de tus palabras
el aire insaciante de tu mirada
que desnuda mi sutil inocencia
buscando la silueta sombra de mi amor.

El tiempo es fragil dos invirnos ya descansan
recostadas en la musicalidad de nuestras promesas
ahora muy lejos; estas tomando de la mano
con mis recuerdos respirando la sombra
de un amor que clavado en mi pecho quedo.

Trato de responder a la brisa del silencio
al ocaso nectar de tus labios
tratando de recobrar los perfumes de tu andar
me encuentro en los precipicios del atardecer

Más alla de las tormentas del odio
en el jardín de mis lágrimas diafanas
como la silueta del verso.

Condenada a morir bajo las estrellas de tu mirada
queriendo despertar rodeada por tus brazos
acariciada por tus besos
condenada al suplico de la noche.