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El segundo capítulo del proyecto publicado en themetalalternative.blospot.com de mezclar rock y superheroes para crear una historia a partir de la letra de las canciones.
El mundo es un lugar feo, espantoso, un infierno en vida, un planeta brutal del cual no hay salida. Y sin embargo no es raro ver como una persona lo ve todo desde lo alto y dice nimiedades como "¡Qué hermosa vista!","¡Qué fantástica creación!" o "Es como un paraíso". La ciudad te engaña fácilmente vista desde arriba, por la falta de detalles. Desde arriba no puedes señalar los lugares donde suceden las cosas: Aquí está el Dios del Dinero, aquí morimos de hambre, aquí golpeamos a los niños y si me permites señalarte aquí es donde les pagamos a las putas, no me preguntes que hay más allá. Desde un lugar tan alto es natural que lo ignores todo. No hay nadie volando en el horizonte, no hay rastro de ti. Este planeta es brutal. No puedo imaginar lo que puede pasarte estando allá afuera.


Haría cualquier cosa por ti. Haría lo que me pidieras, me adaptaría fácilmente a todo, pasaría la noche contigo, lo haría por ti, te daría respiración boca a boca cuando llegases sin aliento, te resucitaría si es necesario, si tan sólo pudiese encontrarte. ¿A donde fuiste volando esa noche?

Vengo a verte cada día ahora si puedo. Me mantengo despierta para ver si pasas volando por mi ventana. Sé que el horror debería invadir mi mente, por todo lo que sé que vendrá, pero nada más me importa aparte de ti. Si sólo dejara de sentirme arrepentida por todo aquello que no dije, quisiera confesar lo que causas en mí de una vez. Guardo la esperanza de tropezarme contigo una vez más tan sólo para reírme de no haber dicho nada antes, dejar de una vez el miedo a aceptar quien soy. Lo primero que haría sería besarte, después te diría esas pequeñas palabras que solo los amantes dicen mientas damos vueltas toda la noche, revolcándonos en el suelo, hasta que los vecinos despierten y traten de tumbar la puerta cuando nos escuchen gritar... Nadie más puede hacerte sentir lo que yo puedo hacerte sentir. Si tan solo pudiese decirte lo que eres para mí.

Me corrijo: estoy loca, estoy hecha una maníaca al respecto. Esta loca está enamorada de ti.
Debo recuperar el control de mí misma. Estoy divagando, perdiendo mi gancho a la realidad.

Ahora no sé donde comenzar. Mi mente está hecha un desastre. Estoy transformando el agradecimiento en devoción. Eso no está bien. En cualquier momento puedo terminar vistiendo la camisa de fuerza. La gente de terapia dirá que me queda como un guante. Piensan que estoy loca. Pero tengo algo más que memorias de lo que pasó. Pruebas. Sé lo que va a pasar ahora. Y debo encontrarte para contarte lo que sé. Aunque si habláramos por un momento más...

Hola, creo que no me he presentado. Algunos se refieren a mí como el Coco, porque no conocen mi nombre o mi rostro, nunca dejo rastro. Soy un cazador solitario, alguien a quien nunca recordarás. Hay otro nombre que usan para referirse a mí, pero no tiene ninguna importancia ahora.

Ella en cambio es fácil de recordar, está deliciosa esta doctora Cooper. Sólo mírala de pie en la esquina, con sus brillantes labios rojos, su cara tan blanca y pálida, tan pálida, la falda de cuero negra, tan ajustada a su cintura, la camisilla blanca sin mangas, la tobillera con el nombre grabado. ¿Quién demonios es M. A. R. Y.?

Hay tiempo, mucho tiempo para matar, ejem, en ambos sentidos, así que matemos el tiempo un poco hablando de mí.

Nací en un callejón sin salida, fui un bebé abandonado en un callejón, abandonado en el mundo, sin más compañía que otros niños como yo. Pero con el tiempo, todos mis amigos de infancia murieron y desaparecieron. Quedé sin nadie con quien hablar, hasta que realmente me quedé sin la posibilidad de hacerlo. No existía nadie que me encontrara. Pasaba mis días contando los ladrillos en el muro o entrando en lugares sin ser recordado jamás.

Hasta que conocí al Hombre. Maldije su existencia la primera vez que me notó, el sólo rió y me rompió la mano con su saludo. El dolor del contacto físico me hizo feliz, así que acepté trabajar para él. Me ofreció todo lo que yo deseara, lo que sintiese que mereciera. Si el infierno existe, estoy un paso más cerca de él que cualquier mortal. Perdí mi alma y estoy convencido de que ahora pierdo mi mente.

Nadie recibe nada del príncipe de las tinieblas sin que se lleve algo a cambio.

Fama y dinero, todo lo que desees, cada sueño hecho realidad y como un niño pequeño solo dices dame esto o dame aquello, sin pensar en el valor de lo que estás gastando, ignorando que todo buen negocio es solo bueno para una de las partes involucradas.

Los vecinos nunca me ven, pero se que se preguntan porque camino tanto en la noche. Lo que pasa es que escucho una voz en la habitación, cerca a mí. Habla a un público inexistente, como suele suceder con los ermitaños o los indigentes, que al vivir al margen de la sociedad recurren al monólogo para mantenerse en contacto al menos consigo mismos. Pretendo no notar nada, pero logro observarlo por uno de los espejos de la habitación. No tiene rostro. Al menos no uno que pueda identificar. No puedo recordar nada de sus rasgos ni de su apariencia en cuanto alejo mi vista del espejo. Debe haber venido a matarme antes de que te encuentre.

Es medianoche. Escucho su parloteo y sé que lo quiero muerto antes de que desee a matarme a mí. Lo quiero muerto contra los faroles del auto, donde lo pueda ver, no entre las sombras tras las que me acecha. Sé que está ahí, pero no puedo lastimarlo.

Quiero tocarla, pero es mejor no tocar, es un veneno el que corre por mis venas después de observarla, sus labios rojos, calientes, su piel tan húmeda. Quisiera lastimarla para escucharla gritar mi nombre. Deseo besarla, pero siento que lo deseo demasiado. Un veneno consumiéndome. Deseo abrazarla, pero mis sentidos me dicen que me detenga. Algo no está bien aquí. Mi respiración puede haberme delatado. Tal vez he matado más tiempo de lo que debía. Es culpa de ustedes. Debieron decirme que ella sabía que estaba aquí.

Recojo las llaves del auto y salgo por la puerta como un relámpago.

¿Es esto necesario?¿Es al menos real este miedo?¿Quién es este hombre aterrador que me persigue en las sombras?¿No estaré tan solo un poco loca?

Alice Cooper, ha sido acusada de crueldad mental en masa, ¿cómo se declara?

¡Culpable!

Trece pisos. No puedo encontrar la salida. Siento que me tienen atrapada, contra la pared.
Tengo que ser ruda. Tengo que ser mala. Estoy aquí hasta el final, mi pequeño amigo psicópata.

Enciendo mi Mercedes Benz. Se acabó todo. Se acabaron la escuela, los libros, los principios, la inocencia y todo se fue a la mierda. Tal vez nunca regrese. Igual nunca me gustó esta ciudad.

Piso el acelerador al fondo.

El teléfono suena. Estoy manejando ahora, anticipando lo que le voy a hacer. Escucho como se agarra, lo tengo bajo el auto. Esto va a estar divertido. Creía que se iba a salvar solo porque no lo veía. Lo llevo por la peor carretera, a todo lo que permite el motor del auto, porque lo quiero muerto.

Esto va a estar bueno, espero que esté listo para un gran golpe, lo mandaré derecho al infierno.

RUN DOWN THE DEVIL! RUN THE DEVIL DOWN! RUN DOWN THE DEVIL! RUN HIM DOWN DOWN DOWN! DOWN! DOWN!

Fin del capítulo 2.

Texto agregado el 13-09-2007, y leído por 284 visitantes. (0 votos)


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