°Su aroma°
Puedo caminar entre lo que es y lo que no es, vagar por los médanos de fantasías que se acumulan con el paso de los días, las semanas y las horas, disfrazar los torbellinos que me impactan y ver crecer en ellos manantiales de felicidad y sonrisas, mas en el pecho, el corazón grita clemencia, paciencia y fe, una especie de mueca maquiavélica se disuelve con mis realidades y me transporto a esta habitación incolora, postrada en una cama por convicción y no por necesidad, deseando, implorando, ansiando y añorando circunstancias que me hagan levantarme y desenredar el suplicio del silencio, mas ya no hay nada que no sea abismos, los médanos terminan cubriendome de arena y aquellas fantasías se aplacan poco a poco hasta que ya no queda nada excepto una visión muy desoladora del desierto en el que habito, como echada al mundo en plena infancia y desnudez como se echa al mar las cenizas de los ausentes; mi mano tiembla pero ya no tiene miedo, sigue impávida ante los sucesos que se van deviniendo, la madre llora tras la puerta y solo oigo el tic tac de un reloj de pared, los días pasan y encimismada no decido levantar el vuelo, porque ya no se volar, he aprendido a vivir postrada viendo la blancura del techo, de vez en vez me he levantado a pegar fotografías familiares de tiempos en los que la fantasía no hacía tanto daño, el motor de búsqueda se ha detenido y los resultados no son satisfactorios, me he quedado con la mirada perdida en esa época y la madre que llora ya no tiene lágrimas qué derramar, los labios incoloros y secos le tiemblan, la mente se le ha quedado en blanco, pero la lucha que le da esa maternidad la fortalece e insiste en el caldo de verduras que bebo sin ganas, poco a poco me han alimentado el alma, pero en la mente, el terror que provoca la enfermedad me mantiene atónita, es difícil saber que pronto quizá no se morirá, es difícil sentir que ya no queda un día mas de aliento y que las horas que transcurren como caudales suenan a burlas de la vida, y sin embargo es deseado el final mas que nada en este mundo, pero la madre sigue luchando hasta que lo consigue, consigue levantarme de esa cama, ducharme, hacerme comer un poco mas y bajar a la sala de tv mientras la miro con el pensamiento ausente, perdido entre recuerdos de lo que alguna vez fui, soy como un niño pequeño que necesita ser guiado y me duele en los adentros cada una de las lágrimas derramadas por la madre y aquellas que no han salido aún, la observo ver el televisor ausente, le tomo la mano y la beso, ella abre sus brazos y me jala a su costado, me da un beso en la frente y me dice que estoy a salvo, que somos dos combatiendo la enfermedad y que pronto ese silencio aterrador se convertirá en carcajadas, yo me acurruco bajo su axila y le creo, siempre ha sido así, siempre he sentido su protección y su auxilio, siento mi cuerpo descansar de la angustia por un instante y ese olor tan peculiar de su cuerpo me da tranquilidad y paz... desde que era una niña el solo oler su almohada me provocaba eso mismo que estoy sintiendo ahora, hoy soy de nuevo un recien nacido que necesita volver a empezar.
Texto agregado el 24-08-2007, y leído por 43 visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
2007-09-08 14:15:33 No pierdas el estilo sensible que te caracteriza, esta vez haciendo incapie a la enfermedad y la ternura de una madre, belleza de escrito muy humano***** gfdsa_elisa
2007-08-31 20:00:11 Me mocionó. margarita-zamudio
2007-08-26 10:51:30 Puede que baste el aroma que disipa la pesadilla febril. sereira
2007-08-25 08:16:06 Es un relato estremecedor. La figura materna siempre es sinónimo de seguridad. Ante una enfermedad grave sentiremos que con ella estamos a salvo porque tenemos la certeza de que agotará todos los recursos existentes para procurarnos lo mejor. /// A cada instante aparece un recurso nuevo que permite reponerse de una enfermedad. /// Había antes enfermedades incurables que hoy en día se curan, todo es relativo y cuestión de tiempo. La Internet aporta su grano de arena al difundir noticias de los nuevos hallazgos terapéuticos al instante, cosa que antes tomaba meses para llegar a oídos de los galenos. /// Buen relato pero preocupante por la incertidumbre. joaqledo1
2007-08-24 23:06:45 hermoso texto, valiente, no debe ser fácil estar con una gran enfermedad, pero es esperanzador, volver a los aromas del amor y ser cobijado es un chispazo de vida nueva. - 5 Die_Dichterin |