Mírame a la cara en silencio, que mis ojos hablarán sin palabras.


Cuando quieres hablar y no encuentras el camino. Cuando quieres contar, pero la barrera te bloquea y te azota lentamente dejando marcas de dolor en tu cuerpo. Cuando buscas desesperadamente la palabra exacta pero no la encuentras. Cuando tus pensamientos se agolpan sin ningún orden aparente. Cuando te traicionan tus oraciones de ansiedad, y te gana el decir A cuando en realidad solo tienes B en tu cabeza. Cuando no puedes esperar hasta el final del capítulo y quieres que termine el libro pero el autor aún no decidió el final. Cuando no sabes que camino elegir. Cuando no quieres lastimar, pero las palabras salen de ti galopantes y feroces, y son tan solo el fruto de una rabia contenida que no entiende de verbos ni adjetivos...

Cuando las palabras son furtivas y las frases errantes, cuando los diálogos esquivan el universo vagante, es ahí... en ese instante... que quisiera poder hablar con la mirada.

Quisiera que me entendieras tan solo examinando mis ojos...