DE SANGRE Y PIEDRA
Era necesario llorar,
llorar hasta que los ojos
se volvieran espuma,
volcar en la almohada
a todos los insectos
incrustados en el alma,
dejar escapar la desdicha,
arrancarse el corazón
y arrojarlo a un ataúd
lleno de flores muertas,
como sus ojos,
como su almohada,
como su alma.
Era necesario el adiós,
aprisionando los hilos
de las dudas ajenas,
estirar los vocablos,
manchar los lienzos
con fragmentos
de una luna inconclusa.
Era necesario convertir
la sangre en piedra,
la tormenta en templanza,
la piedad
en un puñado de veneno.
Era necesario llorar,
desnuda y hambrienta,
ante los violadores
de tumbas,
volver al bosque
en donde la desolación
y el silencio,
son gritos en las rimas,
son jardines,
en donde los piratas
escondían sus tesoros.
Era necesario llorar,
llorar hasta que los ojos
se volvieran espuma...
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