Con mucho cariño para mi hermana Marimar lagos
Vale mucho tu vida,
no la desperdicies,
cura tus heridas
aún puedes reponerte.
Aquí están mis manos
para reconfortarte,
soy tu hermano,
yo puedo ayudarte.
Ven vamos a intentarlo,
no hay nada perdido,
vamos a mejorarnos,
te ofrezco mi pequeño nido.
Confía mucho en Dios
mi bella y gran amiga,
él escucha tu voz,
él tus penas mitiga.
Y cuando vayas a caer,
agárrate de su cruz,
no te sueltes de él,
de tu amigo Jesús.
Nadie merece caer,
pero si lo hace,
se debe levantar,
y volver a empezar.
Aquí está mi mano,
mi bella amiga,
seré tu hermano,
hasta que Dios diga. |