Esa noche vino a visitarme a lomos de un sueño,
tuve miedo y quise despertar,
pero era tan profundo mi deseo de volver a verle,
que me sentía incapaz de avanzar,
¿Quién sois?
Decidme, ¿que escondeis?
Mi pulso se paro en el momento en que sus labios se entreabrieron,
esos ojos... estoy segura de haber visto esos ojos en algun lugar,
no es la primera vez que su parpadeo marca el tiempo a mi alrededor,
sin embargo, su cara no me resulta conocida,
habla en un susurro,
no puedo escuchar lo que dice,
pero me calma,
opté por dejar de preguntar,
y entregarme a la observación de la danza de sus labios,
me quede dormida en su melodía siseante,
y desperté en un charco de lágrimas,
comprendi que era el amor,
quién vino a torturarme aquella noche,
con sus promesas,
que desvanecen al alba,
y sus besos soñados,
que se quedan en el reino de mis sábanas,
ahora veo sus ojos en los tuyos,
y tengo miedo de nuevo,
dime, ¿vas a torturarme tú también? |