ANAGRAMAS
No merecí su amor,
como no merezco
los segundos,
en que el aire
sale de mis pulmones
recordándome la vida,
pero si de algo sirve
la verdad,
pertenecí a su tierra,
más que a la de todos
aquellos que |usurparon
mi cuerpo sin vida,
en cada palabra
un homenaje de música
resplandecía en mí,
para deslizarla
sobre su piel lejana,
y hacía de mi carne,
una ceremonia
de espasmos azulados
en su honor.
-¡Como soñe sus dedos
indagando en el laberinto
oscuro de mi ser!-
Innombrable Sr.
nunca fue mío
y la crueldad
un lujo que jugó,
sin piedad
sobre mis lágrimas.
Y yo soy
pesadillas por las noches
y cadaver en las madrugadas
¿Cuándo encontrarlo entonces?
Su cuerpo y su verdad
pertenecen al mundo,
en donde los mortales
se devoran,
sin dejar cicatrices.
Yo pura cicatriz,
voy por las veredas
como algún personaje
olvidado de Poe,
buscándolo,
como una automáta
que agoniza
en cada fracaso
de encontrarlo.
No merecí su amor,
me devoré a mí misma
para iluminar su rostro.
Errores en mis pies
que arrastro
sobre los vidrios
que dejó su partida.
-Y aun lo espero-
Por las mañanas
llevándome a su selva,
en donde a dentelladas
salvajes
me enseñaba un alfabeto
incierto de caricias,
pero la soledad
es todo cuanto envuelve
esta impar impaciencia,
irremediablemente caigo,
en la fácil tentación
de las sonrisas
de dientes estrellados
y sílabas vacías
y es cuanto mas me envuelve
la falta de su risa
y Kity en la distancia
me susurra secretos,
sobre sus manos asperas
y tan llenas de miedo.
Y mis ojos entonces
son anagramas ciegos,
que se ahogan sin limites
en mi dorado infierno...
|