Las calles están bacías como mendigando en calma, casi todo es silencio.... Pues el frió ha congelado los gritos y el reloj de la bestia todabia no para. todabia no ha muerto. Navegando sin vela y con la luna dormida. van abriéndose paso entre mis ojos las grietas de la lluvia. caminar pensativo que hace crujir recuerdos que no me dejan suelto que no me olvidan. la madera se a puesto húmeda y mi piel seca de angustia por encontrarte , por sentir tu voz helada ahogarse en mi garganta. El atardecer arde de nuevo y otra vez las cenizas de tu adiós se me van entre las manos.. y otra vez te extraño.
Texto agregado el 10-09-2007, y leído por 147 visitantes. (2 votos)